Brais Armiño: “Se estima que el hidrógeno represente aproximadamente el 15 % del consumo energético en el futuro”

Brais Armiño es socio fundador de Atlanthy, proyecto con el que ayuda a empresas a desarrollar proyectos de combustibles renovables y de captura de carbono. Este año Brais ha participado en nuestro programa de mentoring y en esta entrevista conoceremos su experiencia de la mano de nuestro compañero Ángel Fraga.

Ángel Fraga – En Atlanthy ayudáis a otras empresas a desarrollar proyectos de hidrógeno renovable, de captura de dióxido de carbono y de producción de combustibles sintéticos. ¿Qué demanda hay actualmente para este tipo de proyectos? ¿Estamos en la fase de los early adopters o es un mercado que ya tiene una demanda razonable?

Brais Armiño – Es un sector en auge. Cada vez la industria está más afectada por la normativa que le obliga a emitir menos dióxido de carbono, y la sustitución de sus fuentes de energía es la forma de hacerlo. Hablamos de industria pesada, aviación, sector marítimo, plantas químicas, cementeras… La necesidad es enorme.

Sin embargo, ha sido en los últimos 4 años cuando se ha empezado a prestar atención a los combustibles renovables como el hidrógeno, el metanol o el amoníaco y lo cierto es que estamos ahora mismo comenzando a implementar los primeros grandes proyectos de producción, que en nuestro caso estarán en operación en 2026/27. Por lo que sí, podríamos decir que es una fase de early-adopters, llegando a una adopción “mass-scale” en la próxima década, donde todos iremos en autobuses propulsados por hidrógeno, barcos impulsados por metanol o aviones que no liberan más CO2 a la atmósfera pues el queroseno estará hecho a partir de compuestos renovables como el hidrógeno y el CO2.

AF – El tema energético está en boca de todos hoy en día. ¿Qué alternativas reales y viables hay a los combustibles fósiles? ¿Qué papel juega el hidrógeno y cómo puede impactar en la conservación del medioambiente su utilización?

BA – El reto es eliminar los combustibles fósiles, dejar de usarlos. Sin embargo, en una economía en la que el 80 % de lo que consumimos (energía, textiles, plásticos…) proviene del zumo de dinosaurio (petróleo)… es muy difícil dejar de hacerlo de un día para otro.

Lo primero que tenemos que hacer es sustituir el uso de estos combustibles en el sector de la energía, y aquí la forma de hacerlo es muy simple, debemos de ser capaces de llevar la electricidad generada en las plantas renovables (eólica, solar, hidráulica, biomasa…) a todos los usuarios, y esto se hace por medio de la electricidad. Por tanto, la primera alternativa real para desplazar a los combustibles fósiles es la de la electrificación de todo lo que podamos, desde los coches hasta la calefacción de nuestra casa o de una caldera industrial.

El problema surge cuando queremos hacer que un avión, un barco o incluso un camión funcionen con baterías, por ejemplo. El peso de las baterías sería tan grande que no podría permitirles llevar carga. Además, una batería de ese tipo tardaría horas en recargarse, algo que en el mundo del transporte de hoy en día es totalmente inviable.

Estos sectores donde es tan difícil electrificar, bien sea por temas técnicos o económicos, son los que se conocen como sectores difíciles de abatir, es decir, sectores en los que es complicado eliminar las emisiones porque no se puede llevar la electricidad renovable de forma directa a los mismos. Por suerte, hay más formas de llevarles energía, y el hidrógeno es la que más promete.

El hidrógeno es un gas que contiene energía (como el gas natural), y se forma a partir de conectar el agua a una corriente eléctrica, siendo capaz de disociar la molécula de agua, compuesta por hidrógeno y oxígeno, en ambos gases por separado.

Por tanto, si la electricidad no nos sirve para una determinada aplicación, podemos utilizarla para romper el agua y pasaremos a tener hidrógeno, que se puede utilizar para llevar energía a esos sectores que comentábamos de difícil electrificación o incluso combinarlo con otras moléculas como el dióxido de carbono o el nitrógeno para formar compuestos como el metanol, el queroseno o el amoníaco, que son ampliamente utilizados hoy en día y que, si son generados de forma sostenible, como planteo aquí, tendrán muchas más aplicaciones en el futuro.

Así pues, se estima que el hidrógeno, bien sea solo, o vinculado a otras moléculas para formar compuestos, represente aproximadamente el 15 % del consumo energético en el futuro, siendo utilizado en aplicaciones de transporte pesado e industria, ayudándonos a eliminar las emisiones de esos usuarios que no pueden hacerlo mediante una electrificación directa.

«Tener el apoyo, el mentoring y la opinión de expertos en determinadas ramas del negocio que nosotros no dominamos como puede ser el marketing es algo que considerábamos tremendamente valioso, y el tiempo ha confirmado que era así.»

Brais Armiño

AF – Cualquier persona que eche un vistazo rápido a tu LinkedIn ya puede apreciar que has sido una persona inquieta y emprendedora. Compatibilizando trabajo y estudios y ahora con tu propio proyecto. ¿Emprendedor se nace o se hace? ¿Qué te llevó a tomar la decisión de emprender?

BA – Sí, la verdad es que inquieto he sido siempre, aunque nunca me planteé la opción de ser emprendedor hasta que me senté delante de un profesor en ESADE que nos abrió los ojos a este mundo simplemente dando un par de ejemplos. Sencillamente nunca me lo había planteado ya que creo que el cauce que nos hace seguir la educación hoy en día va muy enfocado hacia convertirse en un trabajador de una empresa o un funcionario y listo, sin hacer caso a competencias necesarias para el emprendimiento. 

Dicho esto, creo que la gente a veces solo necesita ver un caso de éxito y que se le explique que ser emprendedor no está reservado a unos pocos, sino a todos aquellos con ganas de hacer las cosas a su manera y de dejar un impacto.

La respuesta es clara, emprendedor se hace, y se hace camino al andar, así que animo a todo el mundo interesado a lanzarse a la piscina, que lo peor que puede pasar es llevarse una mojadura.

En mi caso, la cuestión de emprender fue un poco curiosa, porque no había tenido una experiencia laboral relevante. Acabé mi máster en pleno 2020 con el COVID y nadie me quería contratar ya que las empresas estaban muy paradas por toda la incertidumbre que había, así que decidí junto con mi socio lanzar AtlantHy.

No voy a negar que al principio no fuera un caos, no sabíamos ni hacer una factura, ni cuánto cobrar por un servicio… ¡ni siquiera cómo dirigirnos a un cliente! Pero como digo, con buen hacer, trabajo duro, honestidad, ganas y teniendo algo que aportar, siempre se consigue salir adelante. He de decir que 4 años después, creo que ha sido de las mejores decisiones de mi vida. El hecho de exponerse de forma tan continua y tener responsabilidades tan grandes con 25 años te hacen crecer de una forma mucho más rápida como persona. Con la perspectiva que nos da el tiempo, creo que para AtlantHy han confluido la preparación y la oportunidad y hemos sabido aprovecharlo.

AF – Participar en el programa de mentorización implica dedicarle cierto tiempo de tu día a día que sabemos que es escaso cuando se emprende. ¿Por qué has hecho ese esfuerzo?¿Qué te ha aportado el poder contar con el punto de vista y la experiencia de la persona que ha mentorizado?

BA – Cuando emprendes tan joven, sin experiencia previa, estás continuamente aprendiendo de forma autodidacta. El problema cuando aprendes de ti mismo, es que aprendes de alguien que no sabe nada, vamos, que aprendes de un tonto. Esto es muy romántico, pero te hace avanzar de forma mucho más lenta y además te limita los puntos de vista, corriendo el riesgo de tener un enfoque pobre y hasta arrogante… ¿cómo me voy a equivocar yo sobre mi propio negocio?

Por eso, cuando vimos la oportunidad de IGATA no lo dudamos. Tener el apoyo, el mentoring y la opinión de expertos en determinadas ramas del negocio que nosotros no dominamos como puede ser el marketing es algo que considerábamos tremendamente valioso, y el tiempo ha confirmado que era así.

En nuestro caso contamos con la ayuda de Sofía, experta en cuestiones de marketing, y nos abrió los ojos sobre muchas cuestiones relacionadas con la marca de empresa, la planificación e incluso el contacto con proveedores a la hora de especificar claramente lo que necesitamos para nuestras acciones de marketing. Ahora tenemos una visión y unos objetivos que no teníamos al empezar el programa.

AF – Además de la participación en este tipo de programas, ¿qué otras acciones has llevado a cabo durante estos años que te han servido para avanzar con tu proyecto y llegar a donde estáis? ¿Qué le recomendarías a otros emprendedores y emprendedoras que están en etapas más tempranas de su proyecto?

BA – Cuando nosotros lanzamos AtlantHy, la lanzamos porque veíamos un auge en el interés por el hidrógeno renovable, pero muy poco conocimiento sobre el mismo. Tanto mi socio como yo nos habíamos formado en el extranjero y sí habíamos tenido el interés por aprender sobre este sector desde un par de años antes.

Entonces, en 2020 nos encontramos en una situación en la que sabíamos un pelín más que el resto, y teníamos claro que queríamos tener un impacto en el desarrollo de este sector tan necesario para descarbonizar el mundo, salvarlo del desastre climático, a fin de cuentas.

Con 25 años y 4.000 € en la cuenta, ¿qué haces para tener un impacto grande?, pues nosotros lo teníamos muy claro, difundir conocimiento al mayor número de personas posibles para que de forma gratuita y accesible todos pudiesen entender esta tecnología y ayudar a implantarla lo antes posible. Por ello creamos “El Podcast del Hidrógeno” donde desde el primer momento nos escuchan prácticamente todos los profesionales de nuestro sector a quienes hemos ayudado muchísimo a aprender. Esto puede parecer una bobada, pero estoy convencido de que hay muchos proyectos e ideas que han surgido de escucharnos y aunque no ganemos nada de forma directa, es un orgullo inmenso saber que estamos haciendo que el mercado se cree gracias a nuestra aportación.

Dicho esto, en el año 2021, donde no se podía viajar, el podcast nos llevó a las casas, oficinas y coches de estos profesionales por toda España, siendo posible llegar a empresas y esferas que desde Vigo y sin contactos habría sido imposible, más del 70 % de los ingresos que hemos tenido en estos 4 años han venido a través de clientes que nos conocieron por el podcast, y el posicionamiento que tenemos proviene directamente de esta iniciativa.   

Ya para terminar, yo a los emprendedores en etapas tempranas les diría dos cosas:

  • Que tengan claro que tienen algo que aportar que la gente realmente necesite. Esto les permitirá entrar en el sector. A partir de ahí, si son inquietos ya verán nuevas oportunidades para solucionarle los problemas a la gente y empresas.
  • Que se expongan. No hay mejor forma de aprender y de aportar que exponerse. Sobre todo, esto se lo digo a los gallegos, que somos tanto del “qué dirán”. A veces te equivocarás, pero siempre aprenderás y saldrás reforzado.

De verdad que animo a todo el mundo que lo esté pensando a ser valientes. Es un camino bonito, lleno de aprendizajes y que te hace mejorar inmensamente como persona, que de eso se trata la vida.

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