“En Grupo Lence estamos convencidos de que hay que luchar por desarrollar el potencial y la identidad propia”

Lence es un grupo familiar de empresas gallegas dedicado a la alimentación desde 1975. Sus inicios en el sector lácteo se produjeron, como al propio fundador le gustaba contar, por “una casualidad de la leche”. Tras verse al borde de la quiebra en su primera aventura empresarial, Jesús Lence aceptó tres camiones cisterna para transportar leche como pago de un cliente. Así fue como lo que parecía el fin se convirtió en el principio de su mayor triunfo empresarial y el punto de partida del gran grupo que Lence constituye hoy día y que está dirigido por su hija, Carmen Lence.

El éxito empresarial no fue fruto de la casualidad, sino de vivir sus valores: coraje para ser uno mismo, persistencia para alcanzar las metas, iniciativa para hacer que las cosas pasen y colaboración, porque juntos llegamos más lejos. Unos valores que persisten en la actualidad y que son los que guían el día a día de la compañía.

Leticia Río: En pocas palabras, ¿quién es Carmen Lence?

Carmen Lence: Carmen Lence, es una persona curiosa, trabajadora, con una ambición sana, exigente, asertiva, directa, con un gran sentido de la responsabilidad y con un buen sentido del humor que hace que no se tome a sí misma demasiado en serio. 

L.R: En Galicia las empresas familiares tienen un gran peso en nuestra economía, en tu caso, Carmen, ¿cómo te sientes ante el reto de hacer crecer el legado familiar?

C.L: Para mí es un orgullo el poder continuar el legado de mi padre y el tener la oportunidad de hacer una diferencia para tantas personas a través de esta empresa. Porque considero que Grupo LENCE es una empresa que aporta un gran valor a nuestra sociedad. 

En el sector primario, las producciones ganaderas son las que más aportan a la renta regional de Galicia, suponen cerca del 55 % de la producción final agraria. Y dentro de la ganadería, el lácteo es el primer subsector. LENCE lleva más de 50 años creando valor para el sector lácteo  y para el rural de Galicia, los dos elementos fundamentales para la economía de nuestra región. 

Además, es una empresa clave para el sector lácteo gallego, ya que somos la tercera empresa que más leche recoge en Galicia, y la única entre las 4 primeras de nuestra comunidad. Si esta empresa se vendiera a una de las otras tres empresas que más leche recogen en Galicia, dejaríamos un sector tan importante para nuestra economía en manos de empresas que tienen sus intereses fuera de nuestra comunidad. 

Pero no solo hacemos una diferencia para Galicia, LENCE es una empresa clave para el sector lácteo en España. Galicia produce el 40% de la leche que se consume en España, sin embargo, solo hay una empresa gallega, nosotros, entre las seis lácteas más grandes del país. Hoy en día, las cinco primeras empresas lácteas controlan cerca del 75% de la producción en España, con lo que una empresa como LENCE, es absolutamente necesaria para mantener el equilibrio en la industria, sino podríamos acabar en manos de un oligopolio. 

Estoy especialmente orgullosa del hecho de que seguimos siendo una empresa familiar independiente. Parece algo banal, sin embargo,  los estudios sobre empresas familiares estiman que aproximadamente el 70 por ciento de este tipo de empresas se venden o liquidan después de la muerte o jubilación de sus fundadores. Como consecuencia, la mayoría de las veces, estas empresas, una vez integradas en grandes firmas, pierden las características de empresa familiar y se debilitan sus vínculos con la comunidad.

L.R: Garantizar la supervivencia del sector, también pasa por captar y retener talento. ¿Cómo lo promovéis en LENCE?

C.L: Tenemos claro que nuestro principal activo son nuestros equipos, por eso trabajamos cada día para atraer el mejor talento y retenerlo, porque es lo que nos permitirá ser mejores. Cuanto mejores y más preparados estén nuestros empleados, mejor será nuestra empresa. 

En Grupo LENCE sabemos que es vital la formación y la promoción interna. Es importante identificar el talento que tienes en casa y hacerlo crecer. Esa es nuestra primera opción, la segunda es atraer talento de fuera. Esto lo hacemos a través de la comunicación, especialmente en LinkedIn y a través de nuestros propios empleados, de lo que es nuestra empresa. Nuestro propósito, nuestros valores, la diferencia que hacemos, la cultura dinámica de una empresa familiar donde cada empleado cuenta. Creo que somos una empresa atractiva para el tipo de gente que queremos, gente con actitud, inconformistas que quieren hacer una diferencia.

L.R: Actualmente estamos inmersos en un entorno VUCA, ¿cómo gestionáis la incertidumbre en el grupo Lence?

C.L: La ventaja de ser una empresa familiar con una estructura casi plana es su dinamismo y rapidez en la toma de decisiones. Además, esta es una empresa que tiene como valor principal el coraje, coraje para ser uno mismo. Esto hace que la gente no tenga miedo para compartir su criterio, y que podamos tomar decisiones en base a buena información y no se caiga en el “pensamiento borrego”, digo lo que me parece que quieren que diga, no lo que pienso realmente. 

Aquí se discuten las diferentes opciones, se toma una decisión y si vemos que no funciona, cambiamos sin problema. Se decide, se ejecuta, y en base a los resultados, si es necesario, se sigue pivotando. 

L.R: Lleváis la actitud Río por bandera, ¿cómo la trasladáis a vuestra cadena valor?

C.L: Entendemos que el éxito, la superación, es cuestión de actitud,  actitud Río,  que no es más que la cultura del esfuerzo, de creer en ti, de ir a por tus sueños y no conformarte con menos. Es tener una sana ambición de alcanzar tus metas a través del trabajo; luchando por ellas a pesar de todas las dificultades que puedas encontrar en el camino. Es ser tú mismo, sin pedir disculpas, a pesar de la presión que puedas tener para ser alguien más cómodo para los demás. Es ser generoso y buscar el bien de todos, aunque signifique el sacrificio de uno mismo. Es la actitud del héroe, de la heroína, de todos los días, gente corriente que hace cosas extraordinarias. 

Todos y cada uno de nosotros estamos en este mundo para aportar algo único. Nuestro viaje en esta vida es escucharnos para ser cada vez más la persona que somos y ser, así, capaces de desarrollar ese potencial único. Esa diferencia que aportamos a través de nuestro trabajo, de las relaciones que creamos, de las causas que defendemos y de las vidas que tocamos.

Nosotros somos un ejemplo de Actitud Río. La nuestra es una empresa mediana en una industria de grandes donde día a día tenemos que competir con multinacionales. Pero, estamos convencidos de que esta vida hay que vivirla así, luchando por desarrollar ese potencial y esa identidad propia y única.

Como empresa, nuestra misión es alimentar ese espíritu de superación a través de productos sanos, de calidad, sostenibles y a un precio asequible. Estamos aquí, no solo para vender leche, sino también para inspirarte a ser mejor, a seguir luchando por tus sueños. Es la imagen de nuestra marca más icónica, Río. El cántaro caído representa un fracaso, pero al mismo tiempo hay un amanecer y  flores que se alimentan de ese río de leche.  El mensaje es que cada amanecer es una nueva oportunidad para alimentar tus sueños y hacerlos florecer. 

L.R: En un sector, tradicionalmente liderado por hombres, ¿cómo es el desarrollo de la mujer?

C.L: El desarrollo de la mujer es una necesidad, tanto para este sector como para la economía en general. 

Las mujeres componen el 50% de la población, con la particularidad, de que, según el INE, hay un mayor número de mujeres graduadas en educación superior que hombres. Aunque desafortunadamente, agricultura y veterinaria tiene un menor número de graduadas que de graduados.

Pero podemos decir, en grandes magnitudes, que prescindir del talento femenino, es reducir el número de candidatos potenciales a la mitad de la población y, en algunos casos, puede que a la menos preparada.  Esto en medio de la gran dificultad que tienen las empresas para atraer y retener talento no parece una buena idea. Las estadísticas muestran que, en Europa, si el número de contratación de mujeres no aumenta, nos encontraremos con una falta de más de 24 millones de personas para cubrir la fuerza laboral en el año 2040.

Además,  según el estudio realizado por la consultora Mckinsey & Company, “Women Matter”: las empresas donde las mujeres adquieren un papel importante tanto en cargos directivos como en Consejos de Administración, resultan ser las compañías con mejores resultados económicos.

La realidad es que contar con el talento femenino, es una necesidad. No podemos seguir dejando que la desigualdad de género ponga obstáculos al progreso. El ayudar a las mujeres a alcanzar  su potencial, es ayudar a la economía. 

L.R: Desde Grupo LENCE, estáis comprometidos con el entorno y con la sostenibilidad del rural, ¿qué acciones lleváis a cabo?

C.L: La sostenibilidad en Grupo LENCE tiene tres vertientes: económica, social y medioambiental. 

En primer lugar, tenemos un firme compromiso con el pago a las explotaciones ganaderas por encima de la media de Galicia, además de ayudarles a ser más eficientes a través de la implantación de proyectos como Smart4milk y Milkchain. También promovemos la innovación en nuestros procesos y productos.

En lo que se refiere a la sostenibilidad social, asumimos nuestra responsabilidad con  la supervivencia del rural, y por eso ponemos nuestro empeño día a día para apoyar a las nuevas generaciones de ganaderos y ganaderas. Cerca el 60% de las ganaderías con las que trabajamos son de tamaño medio y pequeño. Algunas en núcleos rurales pequeños donde es importante evitar el abandono, para entre otras muchas cosas, evitar los incendios que tanto daño hacen a nuestra comunidad. 

También apostando por fomentar la igualdad de género en el rural. Hoy en día, dos de cada tres personas que abandonan el rural son mujeres en edad fértil. Esto es un peligro para la supervivencia del rural en el largo plazo. Con nuestro programa “Ganaderas con Actitud Río” pretendemos crear una comunidad donde se sientan empoderadas y se puedan apoyar unas a otras. 

Otro programa es “Básquet no rural” que hacemos a través de la Fundación Breogán para fomentar el deporte y los buenos hábitos de salud entre los más pequeños en el rural.

Y, por supuesto, cuidamos de nuestro entorno a través de la economía circular, la reducción de la huella de carbono, el bienestar animal y el apoyo al desarrollo de granjas familiares sostenibles.

Nuestros valores son nuestro motor cada día, y la sostenibilidad va implícita en ellos para mirar al futuro. Un futuro que compartimos con los ganaderos y ganaderas gallegas, además de con la sociedad, y es por ello por lo que nos levantamos cada día.

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