Claudia Vázquez Vázquez es la HR & People Care Manager en Merlin Software, donde impulsa el bienestar de los empleados y mejora la cultura organizacional. En esta entrevista conocemos a Claudia y su trayectoria de la mano de nuestro compañero Ángel Fraga.

Ángel Fraga – Trabajas en un área muy diferente a la que, a priori, marcaría tu formación. ¿Cómo fue el proceso de pasar de unos estudios y unas prácticas inicialmente enfocadas en administración y finanzas a adentrarte en el ámbito de los Recursos Humanos? ¿Cómo tomaste la decisión y encontraste la oportunidad?
Claudia Vázquez – Desde los 18 años he trabajado en puestos que implican un contacto directo con el público, lo que me permitió descubrir que tenía una habilidad natural para las relaciones interpersonales. Al iniciar mis prácticas y pensar cuál sería el siguiente paso en mi futuro profesional, entendí que no me imaginaba un entorno laboral en el que no pudiera interactuar y generar vínculos con las personas.
A partir de ahí, comencé a explorar qué áreas profesionales podrían alinearse con mi vocación y me informé en profundidad sobre el ámbito de Recursos Humanos. Paralelamente, me surgió la oportunidad
de incorporarme al departamento de RRHH en una empresa de prevención de riesgos laborales, donde tuve la gran suerte de encontrar a una persona que se convirtió en mi referente. Su guía fue fundamental para que decidiera continuar mi formación con un Máster en Dirección y Gestión de Personas en EF Business School.
Esta formación no solo me proporcionó nuevas perspectivas sobre el sector, sino que también me abrió puertas a nuevas oportunidades.
“La clave es crear espacios de comunicación, reforzar los valores a través de personas referentes y asegurar que cada persona se sienta parte del propósito común.”
Claudia Vázquez Vázquez
AF – ¿Tuviste algún mentor o referente en tus primeros pasos en RR.HH.? ¿Qué papel desempeña contar con una buena guía en el inicio de una carrera profesional?
CV – Como te comentaba, han habido dos personas que para mí han sido referentes. Mi primera directora, fue la que supo ver mi potencial y me ayudó a buscar toda la información que necesitaba para seguir formándome. Una vez en el máster, conocí a varias personas que sin duda fueron un ejemplo y, en concreto, conocí a Josiño, un profesor que me ofreció hacer un programa de mentorías con él y me ayudó a trazar mi propio camino para conseguir mis objetivos.
Tener a alguien que te escuche, te apoye y te de una visión más amplia desde un punto de vista totalmente objetivo, me parece lo más importante.
AF – Basándote en tu experiencia, ¿cómo crece y se transforma un departamento de RR.HH. ¿Cuándo la empresa pasa de ser pequeña a una organización de mayor tamaño? ¿Qué desafíos y oportunidades surgen en ese proceso?
CV – El departamento de RRHH es un reflejo del propio crecimiento de una empresa. Creo que el reto más difícil es conseguir que las personas se alineen con los valores y poder cumplir sus expectativas. A medida que las compañías crecen, la visión se vuelve más estratégica, con mucho foco en el desarrollo de negocio.
Creo que es muy fácil perder la cercanía, sobre todo, en el sector IT y difícil mantenerla, si no lo trabajas bien. Diría que la clave es crear espacios de comunicación, reforzar los valores a través de personas referentes y asegurar que cada persona se sienta parte del propósito común. Si las personas no se sienten comprendidas, mantenerles motivados/as.
AF – Llevas varios años participando en programas de mentoría de la Xunta. ¿Podrías contarnos en qué consiste esta iniciativa y qué beneficios aporta a las personas que buscan redirigir o impulsar su carrera?
CV – Esta es la segunda edición de Xuventude Mentoring en la que participo, aunque paralelamente, también colaboro con otras instituciones educativas como mentora. Este programa tiene como finalidad reforzar la empleabilidad y para ello, las soft skills de jóvenes entre 18 y 30 años. A veces nos encontramos en un momento en el que no sabemos hacia dónde enfocarnos, cómo reinventarnos o simplemente, necesitamos conectar con nosotros mismos y escoger otra alternativa profesional a la que nos hemos planteado.
Para mi, es muy interesante conocer a diferentes personas, escucharlas, y ayudarles a conseguir sus objetivos. Creo que es una de las cosas que más me gusta. Aprendo siempre mucho de mis “mentee’s” pues al final, todo el mundo tiene su historia personal.

«No hace falta hacer siempre un master o certificaciones. Hoy en día, hay un montón de vías para obtener información. Lo importante es elegir bien lo que te aporte valor real y te acerque a tu objetivo.»
Claudia Vázquez Vázquez
AF – Para quienes estén planteándose reenfocar su carrera o dar un giro profesional, ¿qué consejos darías y qué papel crees que juega la formación continua en ese proceso?
¡Buena pregunta! Si alguien está pensando en cambiar de puesto de trabajo o darle un giro a su carrera, mi consejo principal sería: hazlo sin miedo. A veces, nos aferramos a lo que ya conocemos por comodidad o inseguridad, pero no nos damos cuenta de que puede haber otras opciones esperando.
Recomendaría tres cosas clave:
- Trabajar el autoconocimiento: Para mi, lo más importante. Antes de hacer un cambio identificaría mis fortalezas y áreas de mejora a nivel personal y laboral. Una vez hecho esto, es importante reflexionar sobre qué te motiva, qué te hace feliz en el trabajo y qué no te gustaría que se repitiese. Busca toda la información que puedas sobre personas que ya estén en el sector o en puestos similares al que te gustaría alcanzar e inspírate para hacer tu propio camino.
- Fórmate: La formación contínua es importante en cualquier sector. Vivimos en una época de constante cambio en la que es fácil quedarse atrás. No hace falta hacer siempre un master o certificaciones. Hoy en día, hay un montón de vías para obtener información. Lo importante es elegir bien lo que te aporte valor real y te acerque a tu objetivo.
- Haz un plan: Aunque es bueno seguir formándote, a veces es muy importante entender por qué y para qué hacemos las cosas, de ahí que el autoconocimiento sea lo más importante desde mi punto de vista. Para cualquier cambio hay que empezar poco a poco. Establecer hitos e ir haciendo un análisis de lo que ha funcionado o lo que no, para seguir enfocándonos y no perder el objetivo. Darte cuenta de lo que no quieres o lo que no ha funcionado, también es un aprendizaje.
Al final, visualizar todos los cambios como una oportunidad, es la clave. Nunca es tarde.