Victor Alves es un pontevedrés de 27 años afincado en Reino Unido y veterinario de profesión con experiencia en Australia, España y ahora Reino Unido. En esta entrevista que le hace el también pontevedrés Adrián Fernandez nos cuenta su experiencia en los diferentes entornos, como es la vida de un veterinario y que le ha aportado su experiencia internacional hasta ahora.

Adrián Fernández – ¿Quién es Victor Alves?
 
Victor AlvesSoy Victor Alves, tengo 27 años y soy de Pontevedra. Estudié en la Universidad de Santiago de Compostela el Graduado en Veterinaria (2011 -2016). Tras ejercer la profesión casi 4 años en España, actualmente trabajo en la compañía Medivet The Vets en Cambridge, Reino Unido.
 
AF.- ¿Cuál es la historia que te ha llevado a vivir al Reino Unido? 
 
VA.- Siendo sinceros, un cúmulo de circunstancias profesionales y personales. Todo empezó con un seminario on-line en el verano de 2014. Recuerdo que estaba haciendo prácticas en una clínica en Pontevedra y que un amigo me envió algo de información para echarle un vistazo en mi tiempo libre. Tras una hora, la idea ya estaba en mi cabeza.
 
Desde que acabé la carrera en 2016 hasta que realmente decidí dar el paso, pasaron tres años y me he movido entre distintos roles, aunque la clínica veterinaria fue siempre la primera opinión.
 
Gracias a esta experiencia profesional en España, vivencias de compañeros en Reino Unido, consejos de profesores y ex- jefes , aquí estoy, por fin. No es fácil tomar una decisión de este tipo, dejar un trabajo y un lugar que te gusta para empezar de nuevo en otro país. 
 
AF.- ¿Cómo es el ritmo de vida de un veterinario?
 
VA.- Quiero aclarar que dentro de veterinaria, existen varias ramas: veterinarios clínicos, de la salud pública,  veterinarios en aeropuertos y control de aduanas, facultativos, militares, etc. Para que lo entienda la gente yo soy el típico veterinario de perros y gatos. Me cuesta compaginar la palabra vida con veterinario. El ritmo de vida es duro, y necesitas que los días duren 28 horas y no 24 (risas).
 
Es una profesión complicada. Es idéntica a la de un médico, con sus urgencias, guardias nocturnas, festivos, etc. Estamos en constante formación con masters, cursos, talleres etc. A veces trabajas al contrario del mundo pero sabes que va ligado a la profesión. Con todo esto tus horas libres se reducen bastante pero siempre intento sacar ratos libres para socializar y viajar.
 
AF.- ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención desde que has llegado de este país? Es lo que te esperabas? 

VA.- Si, es lo que me esperaba. Las practicas fin de carrera las hice en Australia, entonces ya más o menos sabía que era un estilo de vida muy similar. Lo que más me ha llamado la atención han sido varias cosas, una de ellas es lo bien que conducen los ingleses en comparación con España. Son “fríos”, estoy acostumbrado a trabajar en un ambiente de trabajo cálido y cariñoso con todo el equipo, aquí es todo más frío y más serio, que esta bien, pero un poco de humor no estaría mal. 

 
AF.- ¿Y hablando de tu profesión, como de distinto ha sido hasta ahora ejercerla en comparación con Galicia? 
 
VA.- Pues bastante diferente. En Galicia quizás el primer año la gente tiende a pensar que eres “el de prácticas”. Había algunos clientes que no se creían lo que les decía hasta que alguna de mis compañeras con más experiencia le repetía exactamente lo mismo. Aquí sucede todo lo contrario. La sociedad te respeta mucho más y lo que se aconseja no se pone en duda. Te diría incluso que la figura del médico veterinario en Reino Unido tiene más “prestigio” que la de un médico de humana.
 
 En Galicia, convencer a unos propietarios para que hagan la batería de pruebas para un diagnostico complicado y que sea certero no es lo habitual, la gente quiere probar con tratamientos y si estos no funcionan, quieren empezar a hacer pruebas más allá de una analítica básica. A día de hoy esto está cambiando, pero es un poco frustrante trabajar así.   
 
AF.- Ya llevas un tiempo en UK, y en las primeras semanas es cuando se producen situaciones incomodas o graciosas por la barrera del idioma. ¿Alguna anécdota que puedas compartir con nosotros? 
 
VA.- Creo que la mejor me paso la primera semana en el trabajo. La primera semana, solo estaba de oyente en las consultas y quirófano para aprender cómo funcionaba el programa y la clínica en general. Revisando la agenda de citas, teníamos una consulta de revisión por una herida de un “Guinea pig” – vamos, una cobaya. No tenía ni idea que era un Guiena Pig por lo que asocie a una clase de cerdo vietnamita (lógica pura y dura). El caso es que mi compañera me preguntó si había tratado alguna vez a un Guinea Pig. Mi contestación fue épica. Al asumir que era un cerdo (pequeño pero un cerdo) le dije que sí. En 4º de carrera había tratado cerdos de explotación intensiva – los que viven en granjas para producir carne. Mi compañera me empieza a ver con una cara un poco rara y me pregunta si hay granjas de Guinea Pig en España. Yo todo convencido le dije que si, claro. La cara de Zoe era un poema. Igual que la mía cuando llego la famosa Guinea Pig a revisión. Todavía creo que Zoe a día de hoy piensa que los gallegos nos comemos a las cobayas.  
 
 

AF.- ¿Cómo te ves de aquí a unos años ahora mismo?  

VA.- Pues sé que llegué a Reino Unido con un billete de ida, la vuelta la dejo abierta. Depende de muchas cosas. En un futuro a medio plazo todavía me veo aquí, intentando especializarme dentro de mi profesión. La calidad de vida, el sueldo y el reconocimiento de la profesión es mejor que en Galicia y España. Cuando esta experiencia no me compense, volveré.  En un futuro más a largo plazo claro que quiero volver a Galicia, pero actualmente y tal como esta la situación general, no me arrepiento de la decisión tomada.

AF.- ¿Y qué es lo que más echas de menos de Galicia?
 
VA.-Muchas cosas en realidad. Poder disfrutar de la playa tan cerca de casa, una temperatura ambiental decente, Pontevedra y su zona vieja, la Estrella Galicia, las cañas en las terrazas, la gastronomía etc. Todo eso … además de la familia, mi perro, los amigos, obvio.
 
AF.-  Pregunta obligatoria … ¿cómo estas llevando la situación del COVID-19? 
 
VA.- Pues fue un momento delicado. Conociendo la situación de Galicia, aquí en Reino Unido sabíamos que íbamos a pasar por lo mismo. Los peores momentos fueron los de incertidumbre. Mientras se declaraba el estado de alarma en España y aquí todavía estábamos empezando a tener casos. Te planteas dejar todo y volver a casa, si merece la pena o no. Al final Reino Unido siempre estará ahí pese al temido Brexit. En mi caso decidí quedarme, valorando todas las opciones y sabiendo que si pasa algo a familiares o amigos, en Galicia, tampoco iba a aportar nada. Asumes el riesgo.
 
La empresa actualmente sigue contando con todos los veterinarios. Quizá en un mes me quede sin trabajo … pero son tiempos difíciles para todos y espero que se corrija esta situación lo antes posible.
 
 
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