Hoy hablamos con Diego Soliño, natural de Vigo, y que, a pesar de haber estudiado inicialmente fisioterapia, es uno de esos ejemplos que en algún momento deciden cambiar de rumbo profesional. Diego ha hecho dos masters fuera de Galicia y España, uno de ellos sobre salud internacional en Innsbruck (Austria) y otro sobre negocios internacionales en Praga (Rep Checa). Durante el segundo máster, unas prácticas en WearHealth, y una tesis en esta empresa, Diego empieza a trabajar en desarrollo de negocio y … tres-cuatro años después acaba como COO. Como él mismo dice: “En las startups las cosas cambian mucho!” Al margen del trabajo, le gusta mucho correr y desde hace un año compite a nivel federado. En el 2020 fue a su primer campeonato gallego de atletismo y quedó tercero en la distancia de 1500m – una grata e inesperada sorpresa.
Adrián Fernández: ¿Has tenido experiencias internacionales en distintos países, que destacarías de cada uno de ellos?
D.S: Sí, he estado viviendo unos 5 años fuera de Galicia entre meses en Riga (Letonia), Innsbruck (Austria), Praga (Rep. Checa) y Toulouse (Francia), además de Bilbao. En Riga, hace muchiiiiisimo frío y es una ciudad que tiene un aire soviético. Mucha gente joven emigra por falta de trabajo, pero es un sitio muy bonito. Innsbruck es vivir entre las montañas, es espectacular, parece sacado de un episodio de Heidi. Las personas son muy abiertas y casi todo el mundo es un apasionado de los deportes de montaña. De Praga, mucho más conocida, me quedaría con que el centro de la ciudad es una maravilla y que hay mucho movimiento, pero aun así me sigue gustando más el ambiente de Innsbruck. Toulouse, como gran parte de Francia, es muy parecido a España en cuanto a la cultura de salir por ahí a tomar algo. Y qué decir de Bilbao, creo que en muchos sentidos hay cosas parecidas con los gallegos, muy buena gente.
A.F: ¿Qué es lo que más has echado de menos de menos de Galicia y que es lo que te ha hecho volver?
D.S: Al margen de la familia y los amigos, lo que siempre echo en falta al estar fuera es la comida de Galicia. Los gallegos solemos pensar que en todos los sitios se come igual de bien que aquí, pero eso no es así, especialmente países del centro de Europa.
En 2019 volví a Galicia para participar en un programa de aceleración de empresas. Aunque Vigo era mi “base”, hubo meses en los que viajaba tanto por trabajo que apenas estaba unos días en Galicia. Ahora y a causa del Covid, los viajes se han parado así que estoy más asentado aquí. No obstante, cuando las cosas vuelvan a la normalidad, no sé qué pasará. Siempre que el trabajo lo permita, me gustaría estar en Galicia por mi familia y la calidad de vida, pero también tengo un lado aventurero que me pide salir a explorar el mundo para descubrir nuevos lugares y personas.
A.F: ¿Tú ya trabajabas en remoto antes de que comenzase la pandemia, sentías alguna desventaja en relación con este modelo de trabajo?
D.S: Siempre he trabajado en remoto así que no sé bien cómo es el día a día en oficina. En general creo que es algo muy positivo porque te da mucha flexibilidad. La única desventaja para mi es que echo algo de menos estar con los compañeros en persona más a menudo, las videollamadas están bien para trabajar, pero tomar un café con los compañeros es uno de esos pequeños lujos diarios que no se pueden hacer al trabajar en remoto.
A.F: Eres un claro ejemplo de cambio de rumbo profesional. Has pasado en unos años de estudiar fisioterapia a COO. ¿Cuál es el por qué detrás de ese cambio?
D.S: Me di cuenta bastante rápido que si no te gusta mucho algo es complicado ser muy bueno en ello. Soy graduado de fisioterapia, pero durante el grado de fisioterapia creo que leí más libros relacionados con marketing y negocios que de fisioterapia como tal. Por ejemplo, recuerdo que durante unas prácticas en un hospital de Pontevedra tenía 30 minutos libres a las 7 de la mañana antes de que llegasen los pacientes y dedicaba ese tiempo a leer el libro “Lean Startup”.
A.F: ¿Qué consejo le darías a alguien que está pensando en un cambio “radical” en su vida laboral?
D.S: Aunque suene raro mi consejo es pensarlo muy bien antes de hacer un “cambio radical” porque igual no hace falta, al menos no de golpe. Solemos infravalorar lo que tenemos e idealizar lo nuevo porque no lo conocemos tan bien. Creo que lo mejor es dar pequeños pasos hacia dónde crees que quieres ir y pregúntate, ¿es esto lo que esperaba? Y si es así seguir avanzando en esa dirección.
Creo que lo mejor es dar pequeños pasos hacia dónde crees que quieres ir y pregúntate, ¿es esto lo que esperaba? Y si es así seguir avanzando en esa dirección
Diego Soliño
Sobre esta cuestión hemos hablado con 3 grandes profesionales, Lucía Rial, Pedro Arenas y Ana Caruncho en el webinar del mes de febrero. Si no lo has visto, te dejamos el vídeo resumen.
A.F: ¿Ha habido algún momento que considerases especialmente difícil? ¿Podrías compartir alguna lección aprendida sobre cómo afrontarlos?
D.S: “Difícil” es algo relativo así que siempre ayuda poner las cosas en perspectiva. Por ejemplo, me gusta mucho leer sobre el estoicismo y un estoico diría que lo único que puedes controlar es tu percepción de lo que te ocurre, no los acontecimientos en sí. Además, creo que siempre ayuda ver las cosas a largo plazo y confiar en que si estás haciendo lo adecuado todo debería acabar saliendo bien.