Alex Blanco es director de innovación de Genesal Energy, empresa gallega de fabricación de grupos electrógenos que está presente en más de 30 países. Hoy te acercamos a Álex y Genesal de la mano de nuestro compañero Ángel Fraga.
Ángel Fraga – 17 años trabajando en Genesal. En un momento donde la permanencia en una misma empresa parece que tiende a la baja esta cifra puede dar vértigo a los más jóvenes. ¿Qué ha hecho que te hayas quedado en Genesal todos estos años? ¿Cómo ha sido tu evolución?
Álex Blanco – Entré en Genesal para hacer prácticas, meses después de finalizar mis estudios de diseño industrial. El día que hice la entrevista me bajaron a planta a ver los equipos que estaban fabricando, grandes motores diésel. Y aquello para mí, que soy un apasionado del motor, fue el mejor de los ganchos. En la plantilla éramos entonces poco más de 30 personas, gente joven e implicada, muy cercana, siempre dispuesta a ayudar y a formarme. Con los años, la empresa fue creciendo, tanto en personal como en cuanto a instalaciones.
Además, nos enfocábamos más y más a proyectos (era lo más importante para mí porque me encantaba, no era un trabajo nada monótono) y cada día aprendía cosas nuevas: proyectos internacionales donde teníamos que diseñar equipos a medida para clientes de Latinoamérica, Europa, Oriente Medio o Asia Pacífico, equipos para centrales de ciclo combinado, centrales nucleares, aplicaciones militares, túneles, instalaciones marítimas… Al final del proceso veías cómo se materializaban tus diseños, cómo pasaban de la pantalla del ordenador, de los planos a la vida real. Poco a poco fui adquiriendo experiencia y creciendo en Genesal, pasando de ingeniero en la parte mecánica a responsable de ingeniería. Más adelante pasé a ser responsable de producción y operaciones. Desde hace casi tres años soy responsable del departamento de I+D
AF – De esos más de 17 años los dos últimos, casi tres, han sido como director de Innovación y Desarrollo. ¿Cómo fue ese cambio de rol? ¿Cuáles son los principales retos a los que te enfrentaste?
AB – Siempre me han gustado los retos técnicos y tecnológicos, pero pasar de ser responsable de ingeniería a ocupar el puesto de director de producción y operaciones fue el gran reto porque lo más importante en este cargo es la gestión de las personas, coordinar los equipos de ingeniería, compras y producción para poder desarrollar los proyectos en forma y tiempo y, por supuesto, todo ajustado al presupuesto. Fue una etapa de gran desarrollo personal, aprendí mucho de toda la empresa y de los clientes, ya que estás en contacto con todos los departamentos. Sin duda fue un máster intensivo que también coincidió con una etapa de gran crecimiento de la empresa. Ahora, en el área de I+D, he vuelto a mis inicios, a los retos técnicos donde, además, Genesal está cambiando de paradigma. Y es que ya antes de la pandemia, la empresa comenzó a posicionarse más allá de los grupos electrógenos con la intención de enfocarse hacia sistemas de energía distribuida. El objetivo era no depender únicamente del diésel ni de los combustibles fósiles y buscar soluciones vinculadas a la electrificación, la electrónica de potencia, el almacenamiento energético, los combustibles sostenibles, le reducción de las emisiones y la huella de carbono y el vector H2.
AF – Desde Galicia para el mundo estáis presentes en más de 30 países. Como director de innovación, ¿cuál es la clave para atraer al talento más innovador y mantenerse al día en las tendencias internacionales desde Galicia?
AB – Lo cierto es que mantenerse al día a nivel tecnológico es obligatorio. Una empresa que no esté en constante renovación y revisión de sus procesos no puede mantener un nivel de proyectos de calidad alta. Siempre hay algo que mejorar. En este sentido, la verdad es que para Genesal estar en Galicia nunca ha sido un problema, es cierto que desde otras localizaciones puede ser más sencillo o inmediato el acceso a determinados proyectos, pero también es un reto que hace que nos esforcemos, si cabe, un poco más, para alcanzar los objetivos. La búsqueda de talento es fundamental y desde la compañía promovemos diferentes iniciativas para lograrlo. La más señera es la Cátedra de Transición Energética que creamos en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela. Es el nexo de unión idóneo entre la formación y la empresa. A través de prácticas, premios, jornadas y seminarios, ofrecemos a los alumnos un marco para que puedan desarrollar y demostrar sus cualidades, participando activamente en los proyectos. En resumen, para mí lo más importante para atraer y retener el talento es ofrecer propuestas y proyectos tecnológicamente atractivos y de vanguardia y facilitar el acceso de los alumnos y los profesionales para que puedan integrarse desde el minuto uno y participar aportando. El departamento de I+D es una sala donde convivimos todos los integrantes y las conversaciones siempre son en abierto de esta forma todos estamos involucrados, compartimos ideas, soluciones, etc.
“Una empresa que no esté en constante renovación y revisión de sus procesos no puede mantener un nivel de proyectos de calidad alta”
Alex blanco
AF – Hace poco entrevistamos a Xoel CEO de Xoia, empresa de desarrollo de soluciones de Realidad Aumentada, Virtual y Mixta de la cual sois clientes. ¿Cómo aplicáis la realidad aumentada o mixta en vuestra empresa? ¿Qué ventajas os supone?
AB – Con Xoia nos pusimos en contacto en la feria Mindtech antes de la pandemia. Tuvimos muchas reuniones y varias experiencias cliente con su tecnología de AR. Finalmente, el primer proyecto que materializamos es una app interna de apoyo a nuestro departamento comercial, donde a través de un móvil o tablet, podemos presentar un modelo 3D a escala real en cualquier ubicación. Directamente seleccionas un modelo de nuestros productos y lo ves a través de la pantalla como si lo tuvieras físicamente delante de ti, en tamaño real, interactuando con él, abriendo las puertas, para ver cómo encaja en esa ubicación. Es una herramienta de gran ayuda para nuestro equipo comercial, ya que pueden llegar a una obra y posicionar el equipo en la zona o en la sala de destino y comprobar las dimensiones, si hay alguna colisión al abrir las puertas, ver cómo es el acceso al interior, incluso es posible que nuestros clientes accedan a la app y puedan posicionar el equipo por sí mismos, sin necesidad de ayuda, hacer capturas y enviárnoslas para que lo revisemos sin necesidad de desplazar un comercial o un técnico a la obra. Para futuros proyectos estamos valorando temas de formación relacionados con el departamento de postventa, poder hacer un training totalmente virtual con el que un técnico pueda formarse adecuadamente en las tareas manuales que realizará día a día en su trabajo, teniendo en cuenta los aspectos de ergonomía fundamentales y de PRL.
AF – Y hablando de tecnología, con un director de innovación no puedo cerrar la entrevista sin preguntarte, ¿cómo está afectando la IA a vuestro sector? ¿Cómo crees que afectará en el futuro?
AB – En estos momentos la IA está siendo una revolución al nivel del cambio que supuso la máquina de vapor. La IA es una tecnología o herramienta que podemos aplicar en casi cualquier aspecto de nuestras vidas. A diario vemos noticias sobre cómo aparecen más aplicaciones y usos de la IA, tanto para tareas simples como para las más complejas. A Genesal, y al sector de la energía distribuida en general, nos está afectando de dos formas muy diferentes. La primera -tal y como lo reflejan los medios de comunicación- tiene que ver con la ayuda (en muchos casos se llega a hablar de la sustitución de puestos de trabajo) de aplicaciones que pueden ser nuestros “copilotos”; aplicaciones que hacen una serie de trabajos sencillos, como responder correos básicos, elaborar resúmenes de documentos, transcribir reuniones o llamadas de voz, realizar la traducción simultánea en diferentes idiomas,… y también, y cada vez más, asumir tareas más complejas como creación de contenidos digitales, cálculos, ensayos o experimentos basados en miles de interacciones. Y es por ahí por donde viene la segunda forma en la que afecta la IA a una empresa como Genesal. Todas estas operaciones y cálculos computacionales están directamente vinculados a los Data Centers (DC), grandes instalaciones de MW de potencia eléctrica que deben ser alimentadas con energía de red y, además, integrar sistemas de backup para asegurar que no se apaguen ante cualquier fallo de suministro.
En este momento, la demanda de centros de datos a nivel mundial crece forma exponencial de la mano de la IA, tanto a nivel de las Big Four (Google, Amazon, Microsoft, Oracle) como de otras empresas más pequeñas. La demanda de grupos electrógenos o sistemas de suministro de energía ininterrumpida vinculada a los DC se estima en un crecimiento anual superior al 10% hasta el 2030 con una cifra de negocio por encima de los 400 billones de euros. Son proyectos totalmente a medida con unos niveles de ingeniería e innovación vinculados, sobre todo a la sostenibilidad, muy muy altos.
