Empezábamos el 2020 con nuevos retos, ganas e ilusión porque fuera un año inolvidable, lleno de buenos momentos. Nos poníamos de objetivo ir tachando de la lista aquellas ilusiones que teníamos todo un año por delante para cumplirlas. Y de repente, llegó marzo. Todo ese tiempo que teníamos por delante se paró, o más bien se terminó, empezando una nueva era: la era post pandemia mundial, tras una crisis sanitaria mundial en la que todos nos hemos visto implicados en mayor o menor medida, con una adaptación a la nueva normalidad.

La crisis sanitaria, acompañada del parón de actividad económica, nos trajo una etapa de cambios a nuestras vidas. Porque hay que verlo desde esta perspectiva para que podamos recuperar la energía positiva con la que se empieza un año: empezamos la nueva normalidad. 

En la nueva normalidad muchos de nosotros, tratamos de recuperar la sociabilidad que se perdió en los meses encerrados en casa, donde una pantalla era lo más cerca que podíamos estar de ver diferentes caras que las de las personas con las que vivíamos o nuestros vecinos. Perdimos costumbres como ser “cocinillas” para poder ir a esos restaurantes y bares que nos ofrecían sus servicios, aparcamos los entrenamientos diarios por pasearnos al aire libre dejando de lado el chándal y volviéndonos a poner nuestra ropa habitual. 

También volvimos a entrar en las tiendas, a soñar con las vacaciones y poco a poco fuimos recuperando la actividad de esta nueva vida, que tenemos la oportunidad de disfrutar en la era post-Covid. Y si la actividad vuelve, vuelve la oportunidad de trabajar.

Desde Instituto Galego do Talento queremos dejaros algunos testimonios de personas que durante la pandemia no perdieron la ilusión por cambiar de empleo, o aquellas que estaban sin uno, o se les terminó el contrato y no les renovaban… Han visto que querer es poder y están disfrutando de una nueva experiencia profesional que te cuentan a continuación.

Hablamos con…

Paula Abalo, gallega retornada tras el confinamiento

Ella lo tiene claro la motivación está “en insistir y no darse por vencido con la primera negativa, además de tener muy claros los objetivos”. Aunque en su caso, su nueva oportunidad laboral era en su Galicia natal, permitiéndole volver a Villagarcía, asegura que “un cambio, sea del tipo que sea, siempre asusta un poco (lo haré bien, me gustará, encajaré, estaré a gusto…). 

Aunque por lo que dice no es quien de dar consejos… “Si tienes las ganas la idea y la decisión meditada y tomada como fue mi caso, la respuesta sería que adelante. Creo que dar el paso es difícil en cualquier parte y que, una vez adelantado ese camino, todo se hace más fácil, la situación solo es un añadido más”.

¿Cómo ha sido la nueva incorporación durante la crisis sanitaria? 

El proceso de onboarding en Meep, la empresa para la que actualmente trabajo, ha sido 100% online. Comencé a trabajar en pleno confinamiento, me enviaron un ordenador a casa y desde allí me conecté a las diferentes herramientas de trabajo. Las primeras semanas mantuve reuniones con diferentes equipos para entender su función en la empresa y sobre todo para poder conocerlos directamente.

Meep es una empresa cuyas políticas de trabajo en remoto ya estaban instaladas antes de la crisis, por lo tanto, no ha supuesto un gran cambio en su forma de trabajar y esto también ha hecho que mi adaptación haya podido ser rápida pese a las circunstancias. Me hubiese encantado unirme al equipo de forma presencial en lugar de esperar más de tres meses para conocer en persona a muchos de mis compañeros, aunque también he notado que esta incorporación me ha permitido profundizar en algunos temas a los que no hubiese prestado tanta atención en una situación normal. 

¿Cómo se vive un cambio de empleo en una situación como esta?

En primer lugar, con mucha ilusión y muchas ganas de unirme a un equipo con un proyecto tan interesante. Encontré esta oportunidad laboral antes de que estallase la crisis sanitaria, sin embargo, no pude incorporarme a Meep hasta principios de abril. Cuando recibí la noticia estaba trabajando en mi anterior empresa y, como muchos, no me imaginé que tiempo más tarde estaríamos confinados en casa y en unas circunstancias tan preocupantes.

Empezar a trabajar como Growth Manager en Meep ha supuesto un paso adelante en mi trayectoria profesional, nuevas responsabilidades y también nuevos retos. 

Anteriormente, ya había experimentado el trabajo en remoto por lo que no ha supuesto un cambio demasiado drástico. Por supuesto, a nivel personal ha sido más complicado que una situación normal debido a la preocupación constante de que familiares y amigos puedan verse afectados por la Covid, así como por el estado de incertidumbre de la sociedad en general. 

Si buscar empleo requiere de una motivación por luchar por tus objetivos, en plena crisis mundial la motivación ha de ser mayor. ¿Qué les dirías a aquellos que están buscando empleo para no perderla?

Es importante tener unos objetivos claros y trazar un plan. Buscar trabajo de por sí es un trabajo, y la mayoría de las veces encontrar un buen match es una tarea complicada e incluso desmotivante. Por esta razón, es conveniente hacer un ejercicio previo de reflexión en el que dediques tiempo para conocerte a ti mismo, tus habilidades y también tus carencias, y en el que te plantees cómo y dónde te ves a corto, medio y largo plazo. También es importante ser flexible y saber aprovechar las oportunidades que no te esperabas, pero sin duda tener una hoja de ruta ayuda y mucho. 

Encontrar un nuevo proyecto en esta situación es complicado. Que sea en otro país todavía se antoja más raro. ¿Cómo ha surgido la oportunidad? ¿Qué tal las primeras semanas tras incorporarte a este nuevo reto?

Las cosas y las oportunidades laborales no obedecen a dinámicas espontaneas o improvisadas, sino que desde mi humilde experiencia obedecen a dos variables; trabajo y constancia. El hecho de que mi oportunidad laboral se decantase en el periodo de cuarentena comienza mucho antes, casi 9 meses antes con la lectura de la job description seguida de un proceso muy largo en la que se pasa por una prueba técnica escrita, dos entrevistas de competency base y dos últimas con miembros del board panel. La situación se agrava cuando dos de esas entrevistas las tienes que hacer con un huso horario diferente y los niños en casa confinados…, pero todo con trabajo y constancia al final se consigue. parecerán palabras vacías o quizás tópicos, pero en mi caso todas las oportunidades laborales que he aprovechado tienen ese denominador común. La incorporación a un proyecto tan ambicioso como es el Tren Maya, con diferentes husos horario, equipo nuevo, dinámicas nuevas, una agencia tan burocrática como es la UNOPSM sumadas con la pérdida del contacto físico entre compañeros y asociados, han hecho que las primeras semanas hayan sido muy duras, Pasadas esas 4 primeras semanas de inducción y ya un poco más settle down, la situación se flexibilizó un poco más, pero no mucho más dado que la velocidad del proyecto sigue siendo frenética.

Cuéntanos cómo has recibido la noticia de encontrar empleo/cambio de empleo en estos tiempos en los que son muchos los que están buscando una noticia como esta.

La noticia de encontrar empleo durante este periodo ha sido un proceso de etapas en las que poco a poco vas superando cada una de ellas y te vas viendo más cerca del puesto. En mi caso el día 23 de abril, después de la última entrevista me convocaron a una llamada de teléfono con la que no contaba para decirme que había sido seleccionado para ocupar la posición de Gerente del Proyecto de Tren Maya y que mi incorporación al proyecto tenía que ser inmediata. Con la ilusión muy contenida dado que mi incorporación aun dependía de un último proceso como era una Due Diligence a mi background, y que las dinámicas de movilidad en México no cambiaran, lo comenté en familia y nos preparamos para una nueva situación familiar. 

A pesar de las necesidades del proyecto de que mi incorporación se  hiciera efectiva de forma inmediata, el Gob. Mexicano decretó el confinamiento de la sociedad civil no esencial y, en consecuencia, mi incorporación se aplazó hasta obtener un clearence por parte de las autoridades. Todo pasó muy rápido y lo que siempre pensé que iba a ser una gran alegría se convirtió en una gran cautela.

Si buscar empleo requiere de una motivación por luchar por tus objetivos, en plena crisis mundial la motivación ha de ser mayor. ¿Qué has hecho para no perderla?

La motivación para no perderla hay que trabajarla día a día. En mi caso no fue así, pero si una persona está en situación de desempleo tiene que tomarse la búsqueda de empleo como un trabajo en sí. Para motivarse en esta situación hay que definir un plan con los objetivos a conseguir y analizar cuál será el  camino por a recorrer, y los puntos críticos a superar. Hay que olvidarse de que la búsqueda de empleo es enviar un mail con el CV. No, para nada es así. Como parte fundamental de la motivación, está la definición del perfil profesional. Sé, que es una tarea tediosa y muy poco agradecida, pero es el único proceso reflexivo para conocer en qué somos realmente buenos y en qué podemos destacar respecto a la competencia. Hay un montón de sitios en donde se puede ver cómo hacer un potente perfil profesional con carisma y valor agregado. 

Por ejemplo, yo para motivarme utilizaba varios escenarios muy negativos en los que iba colocando mi situación, al final de forma muy analítica veía que la situación estaba bastante contenida y seguía el plan trazado. En los momentos de desmoralización es muy importante buscar apoyo en personas cercanas y, por supuesto, no tóxicas que potencien tu empresa y te apoyen en tus objetivos… Esto es fundamental…. Pero como ya he dicho antes, la motivación se cuida con trabajo y constancia.

¡Desde IGATA les deseamos mucha suerte a los tres!

 
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si haces en ACEPTAR, consideramos que permites su uso. En la página Política de cookies te ofrecemos información de como desactivar las cookies de tu navegador.    Ver Política de cookies
Privacidad