El titular de esta entrevista es una de las primeras frases que le dice el presidente de Down Galicia, Delmiro Prieto, a nuestra compañera Leticia Río en la conversación que mantuvieron, con motivo del Día Internacional de Síndrome de Down. Esta conversación con Delmiro nos permite saber más sobre las capacidades y la inclusión social a la que hace referencia la campaña de este año con el lema “Tan diferentes como iguales”, poniendo de manifiesto que los talentos son diversos y todos contamos con uno.
Leticia Río: En la diversidad nos encontramos que todos somos capaces de hacer algo de manera diferente y eso es lo que nos diferencia, valga la redundancia, de los demás. No todos podemos hacer de todo, ¿qué aspectos podríamos destacar de las capacidades de las personas con Síndrome de Down?
Delmiro Prieto: Las personas con Trisomía 21, al igual que el resto, tienen fortalezas y tienen debilidades.
Entre las primeras destacaría su rigor y la constancia con los compromisos que asumen.
Huyamos de los típicos tópicos, esos que afirman que las personas con Síndrome de Down son siempre personas alegres y felices, que no alcanzan los objetivos habituales de la vida, etc.
Cada persona con síndrome de Down es única y diferente a las demás, como sucede con el resto de la humanidad.
L.R: Hace tiempo estas personas que tenían este síndrome estaban “condenadas” al analfabetismo en su mayoría, por no potenciar esas posibilidades de poder hacerles independientes y vivir con autonomía. ¿Cuál es la situación hoy en día?
D.P: El índice de analfabetismo que existía hace treinta años en Galicia, donde superaba el 80%, forma ya parte de la historia. A día de hoy es prácticamente inexistente y quiero pensar que algo tuvo que ver en ello el movimiento Down y su apuesta decidida por la educación en la enseñanza ordinaria. La educación es vital para nosotros y por ello seguimos reivindicando la inclusión en el entorno educativo. Una educación para todos y todas en un ambiente normalizado y normalizador.
L.R: Me comentabas que la vida es la mejor formación continua que podemos tener las personas. ¿Cómo podemos romper esas barreras para lograr una educación en diversidad?
D.P: Las barreras que no se ven, esas que tenemos interiorizadas muchas veces de forma inconsciente, son las más difíciles de derribar. De ahí la importancia, una vez más, de la educación, ya que es la vía más racional y solvente para poder transformar una sociedad.
L.R: La integración en el ámbito laboral de las personas con discapacidad, en muchos casos, pasa por la aceptación de las familias de dejar atrás ese proteccionismo, por creer que pueden desarrollarse profesionalmente. ¿Y por parte de las empresas?
D.P: Esta es una doble vertiente de un mismo asunto.
Por un lado están los miedos del ámbito familiar, que desde las asociaciones tratamos de gestionar y ayudar a superar.
Por otro, la respuesta del tejido empresarial. En este caso puedo decir que la respuesta de este sector, de una manera muy amplia, fue y está siendo altamente satisfactoria. De ahí la evolución de la empleabilidad del colectivo desde el comienzo de nuestro programa de empleo con apoyo en el año 2002 hasta hoy.
Curiosamente, la Administración Pública fue quien más tardó en asumir ese compromiso. En muchas ocasiones he comentado que quien hacía las leyes era quien primero las incumplía y este es un buen ejemplo.
Hoy, por fin, ya hemos podido superar esa barrera y comienza a ser una realidad que las personas con síndrome de Down y otras dificultades de tipo intelectual formen parte del personal funcionario de la Administración.
L.R: Down Galicia es el resultado de buscar una alternativa para las personas y familias que tenían el síndrome de Down presente en su día a día. Me decías que no solo consiste en cubrir necesidades, sino aportar posibilidades para ellos. ¿Qué se encuentra una persona con síndrome de Down cuando acude a Down Galicia?
D.P: Otra forma de ver y entender la vida.
En el Movimiento Down apostamos desde siempre por el apoyo a través de la formación y de la capacitación de las personas, orientando cada proceso hacia la consecución de una vida autónoma, o de la forma más autónoma posible. Tratamos de huir de los procesos de institucionalización y de aquellos procedimientos asistenciales.
Puedo decir como ejemplo claro que, mientras que hasta no hace tantos años las personas con discapacidad intelectual se trataban de ocultar en casa, en nuestro caso fue todo lo contrario: es una hija o un hijo más y será considerado y tratado como tal.
De esta forma, cualquier persona que venga a las asociaciones de Down Galicia encontrará un equipo de personas comprometidas al máximo con la inclusión.
L.R: ¿Podemos contar con alguna experiencia de vida de alguna persona que acuda a Down Galicia?
D.P: Hablar de talento y de superación es hablar de Mauro Rodríguez, un joven de 30 años miembro de una de nuestras entidades. Él es un claro ejemplo de que las personas con síndrome de Down no tienen límites. Fue la primera persona en Galicia con esta discapacidad en conseguir una plaza en una oposición al Estado, pero es que además es actor de teatro, bailarín, deportista… ¡Nada se le resiste!
Destaca sobre todo en su faceta de nadador, donde ostenta desde hace años el récord de España en 100 y 200 metros mariposa, y ya ha realizado varias de las travesías más duras de Galicia: cruzar a nado desde las Islas Cíes a Vigo y completar La Heroica, que consiste en nadar 10 kilómetros por la mismísima Ribeira Sacra.
Pero, tal y como dice él mismo, la fórmula para cosechar tantos éxitos es siempre la misma: “Esfuerzo, trabajo y dedicación, otro secreto no hay”.
