David Pequeño Permuy: “De los cambios vividos saco en positivo el trabajo en remoto y la importancia de invertir en las personas”
Hoy queremos presentarte una de las agencias de consultoría de innovación y marketing 360º principales de Galicia, ingenyus. Ángel Fraga ha hablado con David Pequeño Permuy, Director general de la agencia que hace “Marketing inteligente”.
Ángel Fraga – Si alguien sólo leyera esta primera pregunta…¿qué debería saber sobre ti para “conocerte” profesionalmente?
David Pequeño – Mi yo profesional es principalmente “social”; me gusta trabajar con más gente y para las personas. Me gusta construir equipos y mejorar. Si tuviera que resumirlo en una sola palabra, quizá destacaría por el inconformismo.
Á.F. – ¿Y qué destacarías sobre ingenyus*? O de un pulpo, ya que compartís ciertas características.
D.P – La verdad es que la idea del pulpo o el asterisco cala bastante bien en la memoria de la gente. ingenyus* es una agencia de marketing, especializada en el I+D+i. Compartimos con el pulpo ciertas características, el ingenio (para encontrar soluciones); la adaptación (a cada cliente); la curiosidad (inmersión y análisis) y sobre todo la versatilidad; en cada proyecto con nosotros participan normalmente 4 perfiles (programadores, diseñadores, estrategas, comunicadores).
Si tuviera que destacar algo, por encima de todo, de ingenyus*; sería el EQUIPO y las ganas de seguir mejorando!
Á.F – Me gustaría preguntarte por tu pasado en cuanto a formación y desarrollo profesional. Preparando la entrevista veo que estudiaste química y posteriormente continuaste tu formación en áreas tan diferentes como la PRL, finanzas o sostenibilidad con las B Corp. Hoy diriges una empresa de marketing e innovación. Todavía hay quien piensa que la carrera que estudias condiciona toda tu vida profesional. ¿Cómo ha sido tu proceso de evolución profesional? ¿Qué te ha aportado la variedad de experiencias que has vivido para el puesto que desempeñas hoy?
D.P- En mi caso, empecé a trabajar regularmente en los últimos años de la carrera, y la evolución fue constante. Creo que todas las experiencias profesionales son útiles y aportan a la hora de desarrollarte profesionalmente. Mi padre me llevó un verano a su oficina, cuando tenía 15 años, y hay cosas que aprendí que aún aplico hoy. Pero lo mismo puedo decir de mi época de estudiante, cuando trabajaba a tiempo parcial, de cara al público vendiendo ropa, de camarero o de mi época de teleoperador. De todas esas experiencias he aprendido cosas que son útiles en mi día a día.
Una vez terminada la carrera mi vida profesional se centró más en la consultoría, vinculada tanto a proyectos relacionados con el medio ambiente o la sostenibilidad, como a procesos y seguridad y salud. La evolución ha sido una constante, pero en mi caso la considero necesaria.
En mi trayectoria he tenido grandes ejemplos a mi alrededor de quienes aprender, desde mis superiores a mis compañeros.
Á.F – ¿Qué le dirías a esas personas que tienen dudas o cierto recelo a intentar un cambio de sector o área de trabajo?
D.P. – No me atrevo a dar consejos. En mi caso no he tenido nunca miedo a los cambios de sector o de profesión. Mi cambio más drástico fue cuando pasé a trabajar desde consultoría al sector naval en seguridad y salud, pero mis compañeros me acogieron y apoyaron en todo lo que necesité.
Creo que, para algunos perfiles de personas, los cambios son positivos. Les ayudan a sacar lo mejor de sí. Ofrecen su mejor versión. Sin embargo, hay otro tipo de perfiles que llevan mucho tiempo desempeñando su profesión u oficio y son muy buenos en lo suyo.
Las dudas únicamente se despejan si das el salto y te atreves con el cambio. Nadie te va a garantizar nunca de antemano que vaya a salir bien.
Á.F. – ¿Cómo crees que ha influido esta variedad de formación en tu desarrollo profesional?
D.P – en mi caso, no he parado nunca de formarme; a día de hoy sigo cursando un master y tengo a la espera mi próxima formación. En mi caso, la formación siempre me ha abierto nuevas oportunidades, pero especialmente, me ha permitido abrir mi mente.
Creo que, hoy en día, la formación y el aprendizaje continuo es necesario. ¡Todo evoluciona muy rápido!
A.F – Te incorporas a ingenyus en diciembre de 2019 y pocos meses más tarde estalla la pandemia. ¿Cómo se gestiona este nivel de incertidumbre desde una dirección a la que te habías incorporado apenas unos meses antes?
D.P – Pues, en primer lugar, me bloqueé. Durante 2 o 3 días, estuve bastante perdido. Tuve una llamada de teléfono larga, con alguien allegado al que debo estarle muy agradecido. Evidentemente ha sido complicado, muy complicado desde marzo hasta hoy. Y lo más probable es que lo siga siendo, pero nuestro equipo de trabajo ha estado por encima de las expectativas, las cuales ya eran altas. ¡Sin ellos no sería posible conseguirlo!
También valoro mucho el apoyo de nuestros clientes; se que algunos de ellos han apostado por seguir invirtiendo en marketing y comunicación en momentos muy difíciles. Hemos compartido risas y también lágrimas. ¡Pero reconozco y agradezco públicamente lo valientes que han sido!
Á.F – ¿Qué lectura positiva sacarías de todos los cambios que hemos vivido desde marzo?
D.P– Al principio de la pandemia hubo una especie de movimiento que decía que saldríamos reforzados. De los cambios que hemos vivido, sacaría de positivo por una parte que es posible el trabajo en remoto; al mismo tiempo la importancia de invertir en las personas y la necesidad de evolucionar los modelos empresariales hacia un modelo de empresa con propósito. Tras el inicio de la pandemia se vio el potencial del tejido empresarial para generar impacto. La capacidad de tracción de las empresas en el comportamiento social es asombrosa; pero quizá es una respuesta a nuestra demanda como sociedad.
Á.F – Ahora, más que nunca, es importante hacer buen marketing e innovar. ¿Alguna recomendación para emprendedores o empresas con recursos limitados?
D.P – La innovación puede estar en el corazón de tu organización, o no. Puedes ser muy bueno haciendo algo no necesariamente innovador. Incluso puedes ser el mejor y ser esa tu ventaja competitiva. Puedes vender tradición, paciencia e incluso durabilidad, como la campaña de Adolfo Domínguez de “Sé más viejo”.
En cuanto al marketing, mi recomendación profesional sería que se dejen asesorar, especialmente desde el principio. No es necesario invertir muchos recursos; lo importante desde mi punto de vista es utilizar bien los recursos. Muchas veces tenemos esta conversación con nuestros clientes y nos centramos en el punto de partida. ¿Qué es lo que realmente quieres conseguir? ¿Cuáles son tus objetivos?
Obviamente, es más sencillo si dispones de un gran presupuesto, realizas una gran campaña de marketing, una imagen corporativa potente, etc. Pero lo importante es que cuides tu “marca”, y eso pasa no sólo por un logo o una página web. Tu marca la construyes cuando coges el teléfono, cuando envías un mail, con la forma de tratar a los empleados y a los proveedores. Todo conforma la marca y determina en gran medida por qué te elige tu cliente.
Á.F – Y, para finalizar, hablemos de talento. ¿Qué destacarías del talento gallego? ¿Qué fortalezas encuentras en las empresas y profesionales de Galicia que te gustaría destacar?
D.P – Creo que en Galicia no somos verdaderamente conscientes de nuestras capacidades. Para mí, una de las principales fortalezas de los gallegos es el atrevimiento; y eso comprende desde la gente que faena en Gran Sol o el emigrante que se fue a Suiza sin nada a lo que agarrarse; hasta aquellos emprendedores que inician un nuevo proyecto sin más herramientas que la confianza en el desarrollo de una tecnología.
Creo que en Galicia tenemos una base muy potente de generación de conocimiento en nuestras universidades y centros tecnológicos que puede traducirse en ventajas competitivas en forma de nuevas empresas que pongan en valor nuestras fortalezas. Hay muchísimos ejemplos, desde spin offs que, sinceramente, ofrecen servicios que parecen ciencia ficción, a compañías innovadoras que tiene un gran impacto tanto a nivel social como empresarial.
Galicia debe mirarse en el espejo sin complejos y afrontar el futuro con confianza. Uno de los profesionales que más admiro me dijo una vez que nuestro carácter minifundista es difícilmente cambiable. ¡Aprovechémoslo! Con las nuevas tecnologías y mediante la colaboración podremos lograr cosas inimaginables.