Lucía Gefaell actualmente consultora senior de estrategia corporativa y marketing en la consultora Improven, madre de 3 hijos y, entre otras de sus facetas, mentora de nuestro Programa de Mentoring.
Yolanda Vázquez: Desde que te conozco, podría decir que sacas agua debajo de las piedras y haces malabares con el tiempo. Cuéntanos, para quien no te conozca, ¿quién es Lucía Gefaell? Cuéntanos un poquito sobre tu extenso recorrido profesional.
Lucía Gefaell: No sé si malabares con el tiempo, pero definitivamente, combinar la vida profesional con la familiar, especialmente en una familia numerosa, es todo un desafío. La clave está en gestionar el tiempo de manera eficiente, y con los años he aprendido a encontrar el equilibrio entre la vida personal y profesional, agradeciendo a quienes han sido parte fundamental en este viaje: mi esposo y mis colegas de trabajo.
Me gradué en Portugal, especializándome en marketing empresarial, y he tenido la suerte de dedicar más de 20 años a trabajar en el apasionante mundo del marketing y la estrategia. Inicié mi trayectoria en dos grandes multinacionales de publicidad, donde adquirí experiencias valiosas y me enamoré de esta profesión. Posteriormente, di el salto al sector privado, específicamente en la industria alimentaria, donde comprendí la importancia del marketing estratégico y su diferencia con el marketing operacional.
En mis primeros 10 años profesionales, me rodeé de profesionales y directivos excepcionales que contribuyeron significativamente a mi formación. Este periodo me permitió entender la complejidad de la gestión empresarial desde diversos departamentos, ampliando mis conocimientos y comprendiendo que el marketing estratégico impacta en todas las áreas de una compañía.
En la siguiente década, experimenté un crecimiento profesional continuo, transitando por diversos sectores, desde alimentación, congelados, retail, automoción, fútbol, hasta llegar finalmente a la consultoría. Algunos de estos cambios fueron impulsados por motivos personales que me llevaron a vivir en España, Portugal e Inglaterra. Esta diversidad geográfica no solo enriqueció mi vida personal, sino que también me enseñó a adaptarme a distintas culturas y mercados. El aprender a trabajar con un enfoque estratégico ha sido un pilar fundamental en cada etapa, permitiéndome aportar soluciones orientadas al crecimiento en cada rol que he desempeñado.
YV: Según leía, te autodefines como una persona con un buen radar para identificar oportunidades y así impulsar la expansión empresarial. ¿Cómo ves el tejido empresarial y el talento gallego en tu día a día?
LG: Al mudarme a Inglaterra hace unos 12 años, confieso que inicialmente pensaba que el tejido empresarial gallego se encontraba unos años por detrás del resto de Europa. No obstante, con el transcurso del tiempo, he llegado a comprender que esto no es cierto. En Galicia, observo el surgimiento de grandes empresas que lideran la innovación en sus respectivos mercados, ya sea en entornos urbanos o en zonas rurales, demostrando un potencial de crecimiento sorprendente. Año tras año, estas empresas confirman que Galicia y su tejido empresarial tienen mucho que ofrecer al mundo.
En cuanto al talento gallego, destaco su calidad excepcional, con una formación sólida y la determinación de seguir creciendo. Sin embargo, uno de los desafíos recurrentes en muchas de las empresas con las que colaboro es la atracción de talento a Galicia, incluyendo a aquellos gallegos que han emigrado. A diario, enfrentamos la tarea de destacar las virtudes de la espectacular calidad de vida que disfrutamos en Galicia. A pesar de esto, muchos jóvenes optan por buscar su desarrollo profesional en las grandes ciudades europeas, sin percibir a Galicia como un destino de crecimiento profesional. Este constante esfuerzo se traduce en una lucha diaria para mostrar las oportunidades y beneficios que nuestra región ofrece a aquellos que buscan un entorno propicio para su desarrollo profesional y personal.
YV: Mencionas en varias ocasiones la importancia de pensar estratégicamente. ¿Cómo percibes a las empresas en ese sentido? Es decir, ¿buscan trabajar de forma estratégica más allá de la táctica?
LG: Observo que muchas empresas que han experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas, algunas destacándose como líderes nacionales en sus respectivos sectores, han llevado a cabo su expansión de manera acelerada, sumergiéndose en un considerable volumen de operaciones, grandes estructuras y procedimientos complejos. En este crecimiento, la necesidad de desarrollar estrategias definidas, planificadas y medidas ha sido delegada por la urgencia de la operativa diaria.
No obstante, la dinámica actual de los mercados, tanto a nivel nacional como internacional, acompañada de la inestabilidad económica y sociopolítica, ha actuado como un catalizador para un replanteamiento estratégico en estas empresas. En algunos casos, este replanteamiento ha sido esencial para evitar la desaceleración e incluso la reversión de sus resultados financieros, llegando algunas de ellas a registrar números rojos en los últimos años.
En este contexto, la transición de un enfoque reactivo hacia una estrategia proactiva se presenta como una necesidad crítica para ser más eficientes, mejorar sus costes, mejorar su rentabilidad y asegurar su crecimiento. En mi experiencia, apostar por la implementación de estrategias definidas, medibles y respaldadas por datos reales del mercado se vuelve esencial. La creciente competencia, la inestabilidad del mercado y su constante evolución demandan que las empresas diseñen y ejecuten estrategias a corto, medio y largo plazo en todas las áreas del negocio. Esta premisa, fundamental para asegurar el crecimiento sostenible, es aplicable a cualquier empresa, indiferentemente de su tamaño.
YV: Además de tus labores profesionales, realizas una tarea totalmente ad honorem en nuestro Programa de Mentoring. ¿Qué te aporta ser mentora dentro del programa?
LG: Inspiración. Sin duda, es la principal fuente de enriquecimiento que encuentro. En mi rutina diaria, colaboro con directivos, propietarios/as de destacadas empresas familiares, comités de dirección y profesionales con amplias trayectorias; todos ellos contribuyen significativamente a mi desarrollo profesional. No obstante, los proyectos que he tenido el privilegio de mentorizar en el programa de IGATA destacan por ser de profesionales con talento, grandes ideas y, sobre todo, una ilusión contagiosa.
Esta pasión compartida me impulsa a dedicar tiempo y esfuerzo adicionales, desafiándome a encontrar soluciones, herramientas y estrategias de bajo costo pero alto impacto. En esencia, estos proyectos me motivan a explorar nuevas vías e ideas para materializar iniciativas con estructuras pequeñas y recursos limitados. A pesar de la incertidumbre, estos emprendedores creen fervientemente en sus proyectos y los llevan adelante con determinación. En resumen, ser mentora en este programa no solo me desafía profesionalmente, sino que también me llena de satisfacción al contribuir al crecimiento y éxito de proyectos con un potencial excepcional.
YV: Llevas unas cuantas ediciones siendo mentora dentro del Programa de Mentoring de Igata, debe haber algo que engancha 😉 Pero quería saber, ¿cuál ha sido tu experiencia a lo largo de estos años acompañando a diferentes proyectos emprendedores?
LG: Como mencioné previamente, lo que realmente me atrapa es contagiarme de la ilusión de los emprendedores que participan en el programa, presentando proyectos empresariales con un gran potencial y que solo requieren un impulso adicional, una ayuda para superar obstáculos o adquirir el conocimiento que les falta. En ocasiones, simplemente necesitan tener alguien con quien compartir sus dudas de enfoque y que les proporcione una perspectiva diferente al analizar o interpretar los datos.
La ilusión y la determinación de estos emprendedores me inspiran; su manera de pensar e innovar me lleva a considerar diversas realidades y desafíos que no encuentro en las grandes empresas con las que colaboro. Observar cómo mi pequeña contribución puede aportarles valor y continuidad a sus proyectos me es muy gratificante, motivándome a participar año tras año en este programa.
YV: Y por último, ¿qué destacarías de los proyectos que has mentorizado hasta el momento?
LG: Cada proyecto ha presentado características únicas, provenientes de sectores, públicos objetivos y mercados totalmente diversos. A pesar de estas diferencias, todos compartían una necesidad común: comprender cómo resaltar su propuesta de valor en el mercado, llegar eficientemente a su público objetivo con bajos costos, elevar su mensaje para aumentar su competitividad y, fundamentalmente, interpretar los datos para tomar decisiones estratégicas a largo plazo.
Mi objetivo ha sido aportar mi experiencia y conocimientos para ayudarles a alcanzar estas metas. Mantengo una conexión continua con la gran mayoría de los proyectos que he mentorizado, y es gratificante observar su crecimiento diario. Estoy firmemente convencida de que, en pocos años, lograrán sus objetivos y espero poder seguir siendo parte de su trayectoria en el futuro.
