Si pensamos en una farmacia, el estereotipo nos lleva a pensar en negocio familiar, ¿verdad? Pues no es el caso de Marta Mosquera, farmacéutica y emprendedora coruñesa que regenta la Farmacia Ciudad Vieja desde 2019, compaginándolo con su función como directora médica en el Laboratio Eurofins (área de A Coruña y Lugo).
Marta estudió el FIR y sacó plaza para hacer la residencia en el Hospital Vall d´Hebron en Barcelona, lo que compaginó con dos formaciones de máster: una en fecundación in vitro (IVI) y otra en Biología Molecular Biomedicina y Bioquímica, lo que le permitió empezar a trabajar en un laboratorio.
Leticia Río – Antes de empezar, no podemos obviar la importancia que le hemos otorgado a la investigación en este último año. ¿Cómo ha sido tanto en la farmacia como en el laboratorio el año 2020?
Marta Mosquera – Me gustaría empezar recalcando la importancia de la investigación, porque ha sido un año muy muy intenso con récords de rapidez para conocer este virus, su estructura, cómo afecta… ¡Es para sacarse el sombrero! Así que en cuanto al laboratorio, ha sido una adaptación rápida para sacar resultados. Es cierto que las PCR están a la orden del día pero, por ejemplo, para la clamidia tardamos 8 días en tener resultados. Ahora los resultados tienen que estar en 24h o menos, por lo que hemos hecho una gran inversión en tecnología para sacar estos resultados lo más rápido posible.
Por otra parte, las informaciones nos llegaban a cuenta gotas, así que empezamos con anticuerpos, luego PCR, después antígenos…También incidimos en saber el tiempo que se necesita para que una PCR tenga la sensibilidad suficiente, así que técnicamente ha sido un año impresionante leyendo artículos , estando al día constantemente.
En cuanto a la farmacia, como servicio esencial hemos estado abiertos. La gente seguía teniendo otras patologías y acudía a nosotros, así que hemos atendido muchos síntomas menores. Otra gente simplemente necesitaba el contacto con personas para desahogarse, contarnos miedos inquietudes…
L.R – Cómo decíamos, el prejuicio suele llevar a pensar en las farmacias como negocio familiar que pasa de generación en generación. ¿Cómo decides emprender en este ámbito?
M.M – En mi caso, vengo de una familia de emprendedores de hostelería, así que la visión del emprendimiento la heredo de ellos, pero yo soy científica y la farmacia es lo que me tira. Decidí embarcarme en esta aventura porque todos los sueños se pueden cumplir con mucho trabajo y constancia y no es necesario venir de una saga de farmacéuticos, para tener tu propia farmacia, simplemente hay que trabajar duro y tener dedicación.
Para mí, la fórmula del emprendimiento es apoyo+constancia+ilusión.
L.R – Cierto es que estudiar el Grado en Farmacia no es solo ser farmacéutico comunitario. ¿Cuáles son las otras salidas que existen al terminar la carrera? ¿Crees que se tiene el emprendimiento como alternativa?
M.M – Las alternativas son infinitas. La carrera la recomiendo a todo el mundo que le guste la ciencia y que quizá dude entre biología o química porque, por ejemplo, yo hice mi especialidad FIR en bioquímica clínica pero también se puede hacer en inmunología, farmacia hospitalaria, microbiología, radiodiagnóstico, u otras muchas salidas para especialistas.
Además, hay que tener en cuenta que en España hay 22.000 oficinas de farmacia y en ellas siempre tiene que haber un farmacéutico.
Después tendríamos la industria farmacéutica un mundo increíble en el que ahora hay muchas ramas que se están potenciando desde los laboratorios como la dermocosmética, la nutrición, y todo lo relacionado con la prevención de la salud. Conozco muchos farmacéuticos que se dedican a la calidad, procedimientos… en diferentes industrias como la alimentaria, la pesquera…
En cuanto a emprendimiento, hay muchos farmacéuticos decididos a emprender y montar su propio negocio. Normalmente en nuestro campo o es un laboratorio de análisis ya sea clínico o bien alimenticio, de aguas… o también la farmacia. Emprender en la industria, ya es más complicado.
L.R – Por lo que me has contado, en estos últimos meses buscabas un perfil para tu farmacia y te ha sido muy complicado.
M.M – Muy muy complicado. Este año hubo una apertura de 40 farmacias nuevas en nuestra comunidad así que la demanda de farmacéuticos ha sido alta. En Galicia solo hay una universidad de Farmacia que está en Santiago y en todo el noroeste igual, en Asturias no hay, así que la más cercana es Salamanca. La demanda es alta y salen pocos licenciados anualmente y además en nuestro sector está habiendo un cambio generacional por jubilaciones.
L.R – Me comentabas, además, que el perfil de la farmacia ha cambiado muchísimo, y la digitalización también es un hecho para vosotros: venta online, RRSS… ¿Cómo adaptarse?
M.M – No podemos olvidar que es una profesión sanitaria así que tenemos que adaptarnos igual que se están digitalizando otros sectores, pero dentro de la farmacia no podemos perder el norte. Tenemos que estar presentes en redes sociales, en venta online y tenemos que dar visibilidad a nuestra profesión y sabiduría, pero también tenemos que ser conscientes de que hay muchos medicamentos que están bajo receta, y no se puede hacer publicidad de aquellos medicamentos que no son necesarios así que no todo vale en redes sociales.
Otro aspecto a tener en cuenta, es la divulgación científica y una sanidad sin bulos. Para ello, es importante tener una base científica y hacer caso a aquellos perfiles buenos que realmente emiten información fiable. No puede opinar, ni saber, cualquier persona que lea cuatro artículos en internet.
L.R – El networking lo llevamos más al ámbito de empresa, ¿crees que en el ámbito científico adquiere también tanta relevancia?
M.M – Sí, por supuesto, nosotros podríamos decir que nuestro networking son los congresos nacionales e internacionales. Ahora también hay redes que nos ayudan a estar en contacto como LinkedIn, o cómo puede ser FARMAIN, una red exclusiva para farmacéuticos. Pero también es muy importante que estemos en contacto con otros colegas de profesión, no solo farmacéuticos, sino químicos, médicos, de la enfermería… Porque todos podemos aportar y comentar nuestras situaciones y aprender todos de todos.
También hay que tener en cuenta que el establecimiento sanitario es empresa, así que aquellas relaciones con cualquier tipo de empresario también son muy enriquecedoras.
L.R – Por último, un perfil dinámico como el tuyo, con inquietudes, ¿cómo logras compaginar la vida personal y profesional?
Lo primero, son las ganas y la ilusión. En mi caso, creo que algo me viene de herencia familiar. Me levanto cada día dispuesta a aprovechar al máximo mi tiempo y con la mente abierta a formarme y a participar en diferentes proyectos ya sea de forma altruista con asociaciones, con la divulgación científica o con lo que sea, las ganas de saber y aportar son determinantes.
Compaginar es complicado. Yo, por ejemplo, tengo una niña y un marido también comprometido con su profesión, ilusiones, objetivos y sus metas, así que está claro que necesitamos ayuda, y en este caso es la de mis padres jubilados.
Para mí, somos un equipo, como el que tengo en el laboratorio, o en la farmacia. En este equipo familiar cada uno suple los déficits o carencias del otro pero nadie está por encima de nadie de tal forma que tenemos un calendario común. Yo marco esta reunión, tú marcas esta otra, la niña tiene esa actividad y apuntamos quien la lleva… Nuestra clave es la coordinación y que todo el mundo tenga las mismas funciones a nivel hogar, y lo importante es que todos saquemos adelante lo que queremos: hombres, mujeres o peques.