Hay veces en las que no tenemos algo en la cabeza pero, de repente, la vida nos lo pone delante, insiste en que puede ser buena idea, y nos decidimos a probar. 

Un ejemplo de ello es Nortecreando, una consultora de marketing digital fundada por Sara Fernández, en la que ayuda a todos sus clientes a conseguir la visibilidad de su producto para posicionarse en el mercado. 

Nortecreando surge de una casualidad, porque Sara, a sus 24 años, nunca se había planteado ser emprendedora, pero tras preparar su proyecto de fin de máster y empezar a trastear con las redes para hacer pruebas y sacar conclusiones… Ahora tiene un negocio. 

Leticia Río – Eres un claro ejemplo de cómo las oportunidades las creamos nosotros mismos, ahora vives de tu proyecto de fin de máster sin haberlo esperado. ¿Cómo surge este cambio de rumbo?

Sara Fernández – Tenía claro que quería crear un proyecto con el que aprendiera. Quería entender las redes sociales desde dentro. Realizar pruebas y sacar conclusiones sobre el algoritmo y las estrategias Social Media. 

A los dos meses me di cuenta que estaba creando una marca personal con Nortecreando. Los seguidores y los comentarios aumentaban. Pero no solo eso, había gente que apostaba por mí para crear su estrategia digital. Lo que en un principio era un proyecto, empezó a convertirse en realidad, y sobre todo en mi ilusión.

Si me lo preguntas hace 3 años, no tenía pensado emprender. A día de hoy mi cabeza no para de pensar cosas nuevas, creo que tenía ese espíritu emprendedor dentro de mí y salió a la luz con Nortecreando.

Sara Fernández, Nortecreando

L.R- Tomas esta decisión en un momento convulso como es la situación de pandemia que estamos viviendo: ¿qué fue lo que te impulsó a embarcarte en este proyecto?

S.F – Tomar la decisión de dejar mi trabajo por cuenta ajena no fue nada fácil. A principios de año, sí que sabía que en algún momento iba a emprender pero no pensaba que tan rápido – el síndrome del impostor siempre está ahí. En la cuarentena trabajé mucho mi marca, y a pesar de la situación que estábamos viviendo, cada semana recibía un correo electrónico de un negocio pidiéndome presupuesto. 

La ilusión, las ganas y esta muestra de cariño, me dio la fuerza de apostar por mi misma, y decir, es el momento. Nunca se sabe lo que puede pasar, pero ahora mismo no puedo estar más contenta de haber dado el paso. 

Llevo muy poco como autónoma, y ya estoy impartiendo formaciones, trabajando en proyectos con instituciones como Turismo de A Coruña, y ayudando a emprendedores a conseguir visibilidad y ventas. ¡No me puedo quejar! 

L.R- Algo que has trabajado mucho es tu propia marca personal, y es la que en muchos casos hace que tus clientes acudan a ti. ¿Qué consejos darías para poder tener una buena marca personal?

S.F- Exacto, siempre digo una cosa “Tu objetivo no debe de ser que tus clientes quieran un producto/servicio: tu objetivo debe de ser que te quieran a ti.”  Las marcas deben construir su personalidad y establecer una conexión con el público, ahí está la clave. 

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La visibilidad y la confianza, es el primer paso que se debe de conseguir. Nadie compra algo que no conoce, sobre todo cuando hablamos de servicios. 

 

En mi caso, empecé a generar contenido sin un objetivo de venta detrás. Pero siempre comunicando mis valores como marca personal, educando a mis seguidores en el mundo del marketing y ganándome poco a poco su confianza. De esta manera, llega el momento de la reunión y muchos lo tienen claro. “Sara, te quiero a ti por todo lo que me transmites.”

L.R- Tras todo este resultado hay mucho trabajo que no se ve, como el esfuerzo, las horas de estudio y de planificación, ¿qué le dirías a todos aquellos que ahora mismo están buscando algo de inspiración?

S.F- No es fácil sacar un negocio adelante. Son muchas horas de dedicación y de formación. 

Además, te entran miedos e inseguridades. Pero tengo una cosa clara, con perseverancia, dedicación e ilusión las cosas se consiguen. 

A todos los que estén buscando inspiración les diría que lo que hacemos tiene que tener sentido por dentro para uno. Tienes que tener claro que lo que haces te gusta y es de ayuda para alguien. 

Sara Fernández, Nortecreando
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