El objetivo de Tamara Pazos cuando empezó con su canal de divulgación científica en redes sociales era desmontar el concepto de ciencia como algo elitista, que no todos podemos acceder a ella.
De una manera atractiva, busca acercarnos aspectos científicos que nos hacen entender mejor nuestro día a día, como puede ser el putamen, una estructura del cerebro que le da nombre a su canal, pero que sin saber para qué vale no nos aporta nada conocer dónde está.
A esta bióloga de formación, especializada en neurociencia, podéis seguirla en Instagram, Youtube o Twitter, para saber más sobre impulsos, adicciones y hasta sobre vida saludable, y para conocerla un poco más, podéis seguir leyendo la conversación que tuvo con ella nuestra compañera Leticia.
Leticia Río – Putamen_T, un buen juego de palabras gracias a tu nombre, pero por qué “putamen”?
Putamen_T – Quería un nombre que explicase la temática y quién la trata a la vez. A pesar de que me apasionan muchos temas, era consciente de que lo que más predominaría en mi instagram iba a ser temática neurocientífica conductual, ya que es mi especialidad.
El putamen es una parte del cerebro que, no solo se encarga de constituir nuestras rutinas y movimientos automáticos, sino que se prestaba para el mejor juego de palabras que se me pudo ocurrir en el momento, uno que refleja mi espíritu divulgativo: “arreglá pero informal”. Putamen_ T (de Tamara) o Puta Mente, leedlo como más os guste.
L.R- ¿Cómo surge Putamen_T en plena pandemia y cómo llegas a interesarte por la divulgación?
Putamen_T – Cuando necesitaba dinerillos para mi vida social al empezar la universidad comencé a dar clases particulares. Disfrutaba mucho explicando y ayudando a entender cosas.
En segundo de carrera, mi profe de genética, Ana Tizón, inició una asociación de divulgación científica a la que me uní y durante años empecé a llevar a otro nivel las explicaciones que tanto disfrutaba con charlas y talleres donde podía interactuar con muchas más personas de todas las edades.
Divulgar se fue convirtiendo en una pasión que llevó a que el año pasado iniciase una tesis doctoral sobre divulgación científica como prevención de riesgos sanitarios y cuando tocó meterse en casa unos meses, frustrada por no poder desempeñar mis labores divulgativas y seguir avanzando hacia una carrera como divulgadora, una muy buena amiga me animó con un, ¿a que esperas?¿qué mejor momento que este? Y me puse a grabar.
L.R- Hablando, me decías que la cultura general está mucho más asociada a letras que a ciencias, cuando realmente la ciencia se valora mucho más que las letras.
Putamen_T – Yo siempre he sentido que para ser considerada una persona culta has de saber de historia, de literatura, de arte, de cine… Podría ser común escuchar a una voz cretina decir ¿Cómo que no has visto Casa Blanca?¿que no has leído Los pilares de la tierra?
Pero no es habitual escuchar a nadie perplejo porque alguien no haya leído El origen de las especies de Charles Darwin, incluso se puede pasar por alto que no sepas quien es el autor.
Lo peor de todo es que esto no es un complot de las letras y las artes, la ciencia solita se lo ha buscado. Nos hemos encapsulado en una élite de conocimiento que creemos inalcanzable para los demás, como si se abordasen conceptos totalmente incomprensibles o tan elevados que no pueden interesar a la población general, siendo precisamente esto lo que puede generar este escenario social en el que se valora con mas prestigio estudiar una carrera de ciencias, como si fuésemos a salvar el mundo investigando incomunicados desde nuestra torre de marfil.
L.R- Entonces tu objetivo es hacer de la ciencia cultura, divulgándola.
Putamen_T – Considero que nos toca a nosotros hacer el ejercicio de acercar lo que tanto tiempo hemos alejado de la sociedad, nos toca a los científicos formarnos como divulgadores y hablar en contextos que todo el mundo entienda cómo han sabido hacer otras disciplinas artísticas, de letras y de ciencias sociales.
Si una novela no pierde su valor por usar un lenguaje coloquial y vulgar, la investigación no se desprestigia por traducirla a otros contextos con un poco de humor y un par de “tacos”.
Empoderar a la población con conocimiento y capacidades de contrastar información científica solo puede derivar en una sociedad mejor. Una sociedad que no cae en trampas ni engaños y que invierte en investigación porque la entiende y la ve necesaria.
L.R- Insistes en muchos de tus vídeos que el cerebro se entrena, ¿cómo?
Putamen_T – Nuestro cerebro funciona con sinápsis, comunicaciones entre neuronas. Cuando se junta una cadena de neuronas comunicándose se forman una especie de carreteras en nuestro cerebro.
Cuanto más usamos una de esas carreteras, más la fortalecemos, más fácil es para nuestro cerebro recorrerla y que funcione adecuadamente.
A veces no usamos la ruta que más nos beneficia, como cuando le damos muchas vueltas a las cosas, a algo nos genera mucha ansiedad, cuando caemos en adicciones o cuando actuamos de forma impulsiva. Todas estas conductas, se refuerzan cuanto más las usamos, por lo tanto, una terapia con un psicólogo que nos de herramientas para usar rutas alternativas y entrenarlas, puede ayudar a reforzar carreteras cerebrales más óptimas que nos den una mejor calidad de vida. Esto no es teoría ya que efectivamente hay evidencia científica, conseguida con pruebas de imagen cerebral, de que la terapia puede producir cambios estructurales en el cerebro, igual que entrenar fortalece y hace crecer tus músculos.