En esta entrevista os presentamos el proyecto de Talento para el Futuro, de mano de su presidente, Fernando Carruesco. Talento para el Futuro se trata de una plataforma que pretende impulsar la voz de los jóvenes mediante la construcción de puentes de diálogo con líderes e instituciones, fomentando su participación en los asuntos públicos. Cuenta con el apoyo de más de 15 organizaciones, y ya se han unido más de 1000 jóvenes.
En IGATA estamos súper felices de colaborar con Talento para el Futuro y unir sinergias en Galicia.
Ángel Fraga: Para empezar me gustaría darte las gracias por la iniciativa y por hacer posible Talento para el futuro. Reconforta ver que hay más personas y entidades buscando aportar valor a través de la colaboración. ¿Podrías contarnos un poco como pensaste en la idea de Talento para el futuro y como fue cogiendo forma?
Fernando Carruesco: Muchísimas gracias a vosotros por sumaros a esta aventura. Es curioso porque, efectivamente, cuando empiezas el camino te cruzas con gente que está también intentando cambiar las cosas. Pero somos muy muy pocos. Y estas iniciativas creo que son de mucho valor porque ayudan a que seamos más.
Talento para el Futuro nace porque vemos que la brecha de confianza entre los jóvenes, las generaciones que vienen, y los líderes e instituciones es cada vez mayor. Vemos tres fenómenos muy preocupantes: por un lado, cómo cada vez más jóvenes estarían dispuestos a renunciar a la democracia si un sistema autocrático les asegurara un futuro; cómo cada vez más jóvenes creen que dentro de 5 años vivirán peor que hoy. Esa sensación de pesimismo, de incertidumbre, de que el futuro no será bueno.
Y, por último, cómo la desconexión de los jóvenes les aleja cada vez más de los procesos de toma de decisiones y esto provoca, valga la redundancia, que se tomen peores decisiones. Por ejemplo, ¿cómo podemos estar repensando el sistema de pensiones sin contar con los jóvenes, con los que van a tener que mantenerlo? ¿Cómo podemos estar ignorando que esos jóvenes creen que no van a tener una pensión?
Al final siempre decimos que nos preocupa el mundo que queremos dejar a nuestros hijos pero no si a nuestros hijos les va a importar un pimiento el mundo que les hemos dejado. Este proyecto nace precisamente para que les importe, para que participen, para que vean que pueden tener voz en el sistema y en las decisiones. Para otorgarles poder, en definitiva, para dirigir su propio futuro.

AF: El proyecto se ha topado con una de las etapas más complicadas de nuestra historia reciente. ¿Cómo crees que ha marcado esto el inicio y evolución del proyecto?
FC: Realmente esta situación sólo ha profundizado en problemas que ya estaban ahí. Siempre decimos que es como si se hubiera ido el mar que lo cubre y ahora estuviéramos viendo el fondo, las tripas, lo que es difícil de disimular. Lógicamente el reto es mayor a la hora de hacer sostenible el proyecto, pero por otra parte lo que hacemos tiene mayor relevancia y, potencialmente, más visibilidad.
Debemos plantearnos los momentos así como retos a superar y, sobre todo, desde una perspectiva de colaboración. ¿Qué puedo hacer yo como organización para que esta situación sea mejor? Cuando enfocas la situación desde la cooperación, desde el altruismo, desde la mera aportación de valor, por el camino siempre encuentras organizaciones y personas que te ayudan.
AF: En poco tiempo Talento para el futuro ha tenido una gran repercusión y un alto crecimiento. Contáis con el apoyo de un gran número de entidades y decenas de jóvenes se han sumado a colaborar con el proyecto. ¿Cómo habéis gestionado este crecimiento? ¿Cuáles son los principales retos que se os han planteado?
FC: Ha sido -está siendo- una aventura muy bonita y desafiante, la verdad. Sentimos que el proyecto siempre ha ido por delante de nosotros y que es ahora cuando lo hemos alcanzado y estamos empezando a dominarlo. Ha sido muy sorprendente: hemos multiplicado por 10 nuestra mejor previsión de aceptación, de organizaciones y de jóvenes dentro de la plataforma.
Esto, que es buenísimo, también nos ha dado un sentido brutal de la responsabilidad. De repente hemos visto que cientos de jóvenes, organizaciones e instituciones confiaban en el proyecto y en nuestra idea, y demandaban iniciativas y acciones de nosotros con los que no contábamos cuando empezamos. Esa responsabilidad ha hecho que 4 personas hayamos decidido dedicarnos 100% al proyecto, lanzarnos a emprender con Talento para el Futuro, dedicar nuestra vida a lograr empoderar a los jóvenes.

AF: Desde IGATA vemos de gran valor colaborar con vuestro proyecto y hacerlo nuestro también. ¿Cuáles crees que serán las principales ventajas para la comunidad gallega que se una al proyecto? ¿Qué planes tenéis para aportar valor en cada comunidad en la que tenéis presencia?
FC: Para nosotros es fundamental el enfoque regional. Quizá porque ninguna de las personas que estamos dirigiendo el proyecto somos de Madrid. Yo, por ejemplo, soy de Huesca. Y siempre he tenido esa inquietud por que los proyectos e iniciativas más interesantes sólo se hicieran en Madrid y Barcelona. Nosotros, desde el principio, tuvimos claro que la iniciativa tenía que llegar a todos y que tenía que tener ramificaciones o hubs en cada comunidad autónoma. Porque cada región tiene particularidades, desafíos distintos. Sólo desde lo local podemos generar impacto a nivel nacional.
Por eso queremos crear e impulsar pequeñas redes de jóvenes en cada comunidad autónoma, tanto para conectar a esos jóvenes entre sí como para armar grupos de participación para generar ideas, medidas y propuestas que compartir con las instituciones de la región. Pero también para lanzar proyectos de impacto en cada región, proyectos que nacen de esas ideas y esas propuestas. Y, por el camino, apoyándoles, impulsándoles a través de recursos, contenidos y formación para convertir a todos los jóvenes gallegos en agentes de cambio social.
AF: Para acabar ¿podrías darnos algunas pinceladas sobre el futuro de Talento para el futuro y los proyectos más cercanos que os planteáis?
FC: Nuestro futuro más cercano pasa por cuatro líneas de acción: seguir ampliando la comunidad, conectando jóvenes de toda España entre sí e invitándoles a participar en nuestros grupos de trabajo temáticos.
Además, estamos desarrollando el primer Pacto Intergeneracional por el Futuro, un gran ejercicio de inteligencia colectiva intergeneracional donde, desde los jóvenes, estamos fijando los objetivos que queremos que el país alcance para 2030. Y queremos involucrar en su desarrollo (y, sobre todo, en su implementación) a las principales organizaciones, instituciones, líderes y expertos del país.
En tercer lugar vamos a lanzar el proyecto Generadores de Impacto. Hemos desarrollado un modelo y un itinerario formativo para enseñar a cualquier persona a cambiar el mundo. Vemos que muchos jóvenes quieren transformar la realidad pero no saben por dónde empezar. Y que hay muchas organizaciones que impulsan a emprendedores sociales una vez que ya han logrado impacto. Nosotros queremos partir de la base: de una persona con interés a un auténtico generador de impacto social.
Y, por último, en pocas semanas lanzaremos dos proyectos: Es Nuestro Momento y Salva la Educación. Con el primero queremos impulsar la empleabilidad de los jóvenes a través de recursos, formación y mentoría. Ya somos el primer país de la UE en paro juvenil y tenemos que hacer algo.
Con Salva la Educación queremos conectar a las instituciones locales con la comunidad educativa, incluidos los jóvenes estudiantes, para co-crear soluciones innovadoras y hacer posible este curso escolar que viene.
Muy pronto lanzaremos todo y lo anunciaremos.