Después de casi concluir el Programa de Mentoring de IGATA, hablamos con Germán Arteta y David Camba, una de las 5 parejas de mentor y emprendedor. Quisimos saber sobre qué consejos darían a otros jóvenes que se encuentran en una situación similar a la suya y cómo ha sido su experiencia como mentor/a y mentorizado/a. ¿Nos acompañas?
Ángel Fraga – Germán, ¿cual ha sido el mayor reto al que te has enfrentado en tu vida profesional?
Germán Arteta – He pasado por varios, uno de los más importantes es cuando inicié mi actividad actual como Director de la Fundación Celta. Pero dada la situación escogeré otro que está muy relacionado con el del emprendimiento, y que es precisamente por ello por lo que me atrajo vuestro programa e hizo que me animase a sumarme a él.
Este reto del que hablo lo afronté cuando después de 15 años dejé mi trabajo en UMBRO, la marca deportiva fue comprada por Nike y el departamento de Marketing se mudó a Manchester. En ese momento no me quedó más remedio que tomar la decisión de abandonar la empresa, ya que en ese nuevo contexto que se había creado yo no tenía apenas contenido. A raíz de eso decidí crear mi propia empresa, en plena crisis (año 2010) fue una decisión complicada de tomar que además me generaba grandes incertidumbres.
Después de tantos años trabajando para una multinacional tan bien posicionada dentro del sector del material deportivo como es UMBRO, enfrentarme al reto de crear mi propia empresa fuera de estructura como la que te ofrece una multinacional se hizo muy duro. Fueron tiempos complicados, de muchas dudas e incertidumbres, pero también era el momento de ser fuertes, seguir adelante y salir de nuestra zona de confort. Con trabajo y actitud creo que siempre se sale adelante, y visto en perspectiva pienso que en el fondo me vino muy bien, ya que esa experiencia me aportó muchísimas cosas que de otra manera no hubiera podido lograr, tanto en lo profesional como en lo personal.
Crear tu propia empresa te permite conocer el negocio desde distintas perspectivas a la vez que analizar distintos campos que anteriormente no tenías contemplados, por otro lado, no te queda más remedio que convivir con distintos estados anímicos que el emprendimiento genera. Esta experiencia forma ahora parte de la formación que tengo, y me ayuda a tener una visión más amplia dentro de mis actuales responsabilidades laborales, así como a ser más objetivo en la toma de decisiones.
A.F – ¿Qué te llevas del programa mentoring para emprendedores de IGATA, Germán?
G.A – Del programa me llevo una magnífica experiencia, el haberme puesto al día de manera más profunda acerca de nuevos conceptos que desconocía y la satisfacción de haber podido contribuir al proyecto. En cierto modo el haber participado como mentor también de alguna manera me ha mentorizado a mí en distintos temas que como comentaba anteriormente desconocía. Este programa me ha permitido acercarme al emprendimiento actual de primera mano lo cual me resulta muy enriquecedor y me da otra perspectiva.
De David me llevo esa capacidad que tiene de soñar de forma mayúscula, me satisface ver cómo piensa en grande. Tiene grandes aspiraciones y claridad en lo que quiere, además de una gran capacidad de trabajo. Tiene un gran compromiso con la empresa en la que actualmente desarrolla su labor profesional y esa convivencia supone un sobreesfuerzo en su día a día que no merma sus capacidades.
A.F – David, ¿qué consejo le darías a otros jóvenes que están empezando a emprender?
David Camba – En primer lugar que se formen, para emprender un proyecto no solo sirve entender de que va tu proyecto, tienes que saber de finanzas, de marketing, aspectos legales… y todo lo relacionado con gestión empresarial, si no tienen medios o están solos desarrollando un proyecto que comiencen en alguna Asociación de Jóvenes Empresarios, allí encontraréis a un montón de personas con quien compartir vuestras dudas e intereses y perderéis ese miedo a hablar de vuestras ideas . Pero sobre todo necesitan fuerza y constancia por que por mucho que te guste tu proyecto, emprender no es fácil, hay que saber gestionar las emociones muy bien, esto es como una montaña rusa, hay días que parece que te vas a comer el mundo y otros que todo lo que estás haciendo no sirve de nada, necesitas empeño y un empuje constante para seguir avanzando hasta alcanzar tu meta.
A.F – Y para terminar, ¿cómo ha sido tu experiencia como mentorizado?
D.C – Mi experiencia como mentorizado está siendo muy buena. A pesar de que procedemos de sectores profesionales muy diferentes, conectamos desde el primer día y he recibido muy buenos consejos. Mi mentor se ha involucrado en el proyecto presentándome algunas empresas con las que vamos a crear sinergias muy productivas e incluso se ofreció a seguir apoyándome más allá de lo propuesto en el programa, por lo que le estoy muy agradecido. Creo que este modelo de colaboración mentor-emprendedor es una gran idea, sobre todo para esos emprendedores que están solos intentando sacar sus proyectos adelante y que no tienen a nadie cercano con esa mentalidad emprendedora con quien pasar buenos momentos charlando de ideas y proyectos.