Si hablamos de la vida profesional de Loreto Fernández necesitaríamos varios artículos en nuestro blog. Aunque su principal ocupación es la académica Loreto siempre ha estado vinculada al mundo del emprendimiento siendo ahora Directora de GEM Galicia además de profesora en la Universidad de Santiago. Conocemos un poco más la trayectoria de Loreto en esta entrevista que le realiza Ángel Fraga.
Ángel Fraga – Además de profesora en la Universidad de Santiago de Compostela has llevado, y llevas, a cabo diferentes actividades. Desde haber sido Directora de la Cátedra Bancaja Jóvenes Emprendedores USC, responsable del área académica de RedEmprendia o actualmente como presidenta de la delegación en Galicia del Instituto Español de Analistas Financieros y Directora del GEM Galicia. ¿Qué te ha aportado colaborar en todos estos proyectos?
Loreto Fernández – La universidad es uno de los principales motores de desarrollo económico y social, y cumple una función esencial al aportar formación especializada y generar nuevo conocimiento. No puede entenderse el mundo académico sin un contacto estrecho con el mundo profesional y con la sociedad. Por eso proyectos como los que mencionas son una vía de acercamiento fundamental a las empresas y los profesionales (en mi caso, del ámbito financiero y del emprendimiento) que, a mí particularmente, me aporta una visión y un conocimiento de inestimable valor para trasladar la realidad del mercado laboral a las aulas, con el valor añadido que eso supone a la hora de ofrecer una formación especializada y para la futura empleabilidad de los estudiantes.
AF – Siguiendo con la pregunta anterior, ¿qué le aporta a la universidad y a los estudiantes que el cuadro docente participe en otras actividades más allá de la investigación o la docencia?
LF – La docencia y la investigación, esto es, la transmisión y la generación de conocimiento, son las dos misiones tradicionales de la universidad. Entiendo que, por actividades “más allá” de estas funciones, te refieres a todas aquellas que suponen salir del entorno puramente académico, es decir, de las aulas y los despachos. En este sentido, los profesores que tenemos dedicación exclusiva a la universidad no estamos cerrados al “mundo exterior”. Es evidente que mantener un contacto estrecho con la realidad social y económica del entorno y del momento que vivimos no puede aportar más que beneficios a la universidad y un valor añadido a la formación de los estudiantes.
Por eso, en el ejercicio de mis funciones he estado siempre en contacto con empresas y entidades profesionales, participando en acciones de transferencia de conocimiento (la “tercera misión” de la universidad), en las que puedes conocer de primera mano la realidad del sector empresarial y trasladarla a las aulas. Y lo mismo trato de inculcar a los estudiantes, procurándoles oportunidades para acercarse al mundo profesional y complementar la formación que reciben en las aulas.
AF – Después de ya 5 años al frente de GEM Galicia, ¿cómo has visto la evolución del emprendimiento en Galicia? ¿Cómo ha afectado la pandemia a la intención emprendedora?
LF – Bueno, aunque dirijo el equipo gallego de este observatorio internacional desde hace 5 años, en la USC llevamos más de 15 años en el proyecto Global Entrepreneurship Monitor, estudiando el fenómeno emprendedor en nuestra región. En estos momentos estamos precisamente analizando los datos recabados de 2.000 encuestas a la población gallega y a expertos del ecosistema emprendedor, y en los próximos días presentaremos los resultados del Informe sobre actividad emprendedora en 2020, en el que analizamos el impacto real de la crisis generada por la pandemia. Los primeros resultados apuntan a que Galicia, al igual que en el resto de las regiones españolas, ha experimentado un descenso en los indicadores de emprendimiento que, en cualquier caso, ya había ocurrido en 2019, tras un período de crecimiento en los años previos.
Pero hay que señalar que, si bien Galicia muestra datos por debajo de la media española en iniciativas emprendedoras (negocios de hasta 3,5 años de vida), el indicador de intención emprendedora muestra un valor algo superior a la media española, lo que nos ofrece cierta esperanza para la recuperación. Parece que a pesar de la mala situación vivida a raíz del Covid-19 no ha mermado en gran medida el espíritu emprendedor de los gallegos, muchos de los cuales convienen que la crisis también ha traído consigo nuevas oportunidades en sectores relacionados con la recuperación y, en general, ha provocado un cambio en la mentalidad y en la forma de llevar un negocio, avanzando enormemente en ámbitos como la digitalización.
AF – Para la parte de nuestra comunidad que trabaja en el área financiera, ¿cuál es el objetivo de la delegación gallega del Instituto Español de Analistas Financieros? ¿Cuáles son vuestras principales actividades?
LF – El IEAF es una de las principales asociaciones de profesionales del ámbito financiero en nuestro país, y la delegación de Galicia es la única de España creada en el seno de una institución universitaria pública. Esto marca evidentemente el rumbo de nuestra actividad, puesto que buscamos crear un espacio de encuentro entre profesionales del ámbito financiero (analistas, gestores de inversiones y ejecutivos de finanzas en general), y estudiantes con proyección hacia esta actividad profesional.
Y precisamente este año, en el que la actividad ha sido fundamentalmente virtual, hemos puesto en marcha una iniciativa que creo puede ser de gran interés para el “talento financiero gallego” del IGATA. Se trata de una red informal de profesionales de las finanzas, que iniciamos con una llamada a antiguos alumnos y alumnas de la USC a través de LinkedIn y que ya celebró un par de encuentros virtuales en formato afterwork, en los que tuvimos el privilegio de contar con José Antonio Álvarez, CEO de Banco Santander, y con Alejandro Álvarez, CFO del grupo Puentes, que poco después pasó a desarrollar su función en el Grupo Nueva Pescanova. Estos encuentros son solo una de las iniciativas de la red pero nos gustaría seguir sumando talento gallego para desarrollar otras acciones, particularmente de los que se encuentran trabajando fuera de nuestra comunidad y sienten la necesidad de aportar su granito de arena al desarrollo de Galicia.
AF – ¿Qué le recomendarías a una persona que se ha graduado o se graduará este año para la búsqueda de esa primera experiencia profesional?
LF – A los estudiantes que están a punto de graduarse les recomendaría que aprovechasen las oportunidades que ofrece el propio entorno académico para complementar su formación y mejorar su empleabilidad. Y no me refiero solo a los cursos de postgrado, Master y doctorado, que por supuesto creo que pueden tener un papel decisivo en su empleabilidad, sino a todas las opciones que contribuyas a su formación integral y añaden valor a su curriculum. Por ejemplo, recientemente los estudiantes de 4º de ADE han podido participar en el Congreso Internacional de Recursos Humanos que organizó la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). Más allá de la formación complementaria que les aporta sobre la realidad actual de la gestión empresarial por parte de los propios empresarios y directivos, se trata de experiencias únicas de acercarse al mundo profesional.
Y sobre todo les recomendaría entrenar sus competencias y habilidades, ya que la clave de un buen profesional está en su capacidad de adaptación a un nuevo entorno de gran complejidad, incertidumbre y dinamismo. El mundo laboral valorará y demandará cada vez más más perfiles “tipo T”, personas especializadas en una materia, pero que al mismo tiempo no dejan de ampliar sus conocimientos e integrar nuevas competencias, de forma que son muy hábiles en muchas otras funciones. Si a eso le sumamos una visión innovadora y una actitud positiva ante los desafíos que se le presenten creo que tendrá la mejor carta de presentación para afrontar su entrada en el mercado laboral.
AF – Para acabar y para hacer una reflexión final de la importancia de entidades como GEM Galicia, el IEAF o, en nuestro caso, IGATA ¿qué importancia tienen las entidades sin ánimo de lucro en la generación de valor en un territorio? ¿Cuál crees que es el primer beneficio para los profesionales que se involucran y participan en las actividades de entidades como las mencionadas?
LF – Yo creo firmemente que el principal valor de un nuevo proyecto son las personas que están detrás de él, quien lo lidera y quienes le acompañan, el equipo. Y así lo he podido corroborar en todas las iniciativas que he puesto en marcha o en las que he participado. El formar parte de este tipo de entidades te permite encontrar esas personas, comprobar que los problemas son muchas veces comunes, que juntos son más fáciles de afrontar y resolver, y que a veces lo que se necesita es solo un espacio de encuentro en el que, entre todos, se siembran las ideas de las que surgen los mejores proyectos.
Por tanto, aunque el primer y obvio beneficio para los profesionales que se involucran en asociaciones y entidades como las que mencionas es que sus actividades contribuyen a su formación continua, yo destacaría el valor que les aporta el contacto directo y permanente con otros profesionales, tanto de su ámbito de especialización como de otros. Eso es lo que hace que aflore el talento, eso que IGATA busca dentro y fuera de Galicia, y lo que todos buscamos como objetivo final: contribuir al desarrollo y crecimiento de nuestra tierra.