Nevoira es una firma de ropa urbana, 100% sostenible y fabricada con materias primas procedentes de cultivos ecológicos. Su filosofía busca un equilibrio entre la funcionalidad y la estética y pretenden que sus prendas lleguen a todos, sean cómodas y duraderas.
Detrás de esta marca está la pontevedresa Luisa Lubiáns, una emprendedora todoterreno. En esta entrevista nos desvela más detalles sobre este proyecto tan necesario y nos da sus claves para emprender.
Lucía González – ¿Por qué Nevoira? ¿En qué momento decides crear Nevoira Brand?
Luisa Lubiáns – Nevoira es una marca gallega y, como tal, está influenciada por nuestro carácter y nuestro entorno. En nuestro caso, el paisaje tuvo un peso fundamental a la hora de establecer nuestro nombre.
Cuando el proyecto se ideó por primera vez residía en una zona próxima a Santiago de Compostela en la que los bancos de niebla son frecuentes. Lejos de ser un problema, le daban al paisaje un tono sencillo, minimalista y casi mágico. Quería que la marca fuese igual. Nevoira es pequeña derivación de la palabra gallega “neboeira” y un pequeño homenaje a este paisaje.
Decidí crear Nevoira en un momento en el que me apetecía emprender pero no sólo un proyecto laboral.
Quería que me permitiese transmitir ideas y valores a través de mis diseños. La moda está presente en nuestro día a día y es un canal increíble para expresarse e inspirar a los demás (o intentarlo). El mejor ejemplo de esto es la colección “Be The Change”, en la que todas las prendas transmiten un mensaje de concienciación.
L.G – ¿Cuáles son los valores de la marca?
L.L – Nevoira es una marca de principios. Creemos que no todo vale y que las personas y el medioambiente siempre están por encima de los negocios. Queremos crecer, obviamente, pero no a cualquier precio.
- En primer lugar, nos aseguramos de que en todo el proceso productivo las personas que han participado lo han hecho bajo condiciones salariales, de seguridad e higiene dignas.
- En segundo lugar, garantizamos la procedencia orgánica de las materias primas y la completa ausencia de testeos en animales. Tenemos un planeta que dejar a nuestros hijos.
- Por último, creemos en la innovación y el cambio. Creamos colecciones limitadas y de esta manera no aparcamos stocks ni generamos residuos innecesarios. Si el proyecto no cuenta con estos principios, pierde todo su valor para nosotros.
L.G – ¿Cómo sabe el consumidor que está comprando realmente moda sostenible y prendas ecológicas?
L.L – Nos apoyamos en organizaciones que emiten certificaciones oficiales para los productos que cumplen con sus criterios de sostenibilidad. Por ejemplo, la certificación GOTS (Global Organic Textile Standard) da fe de que las prendas
se han producido con un nivel de responsabilidad social y ecológica adecuado. O la certificación Vegan (emitida por PETA) que garantiza la procedencia vegetal de los tejidos y la completa ausencia de experimentación animal en su desarrollo.
Todas nuestras prendas se entregan etiquetadas en conformidad a estas y otras certificaciones para dar al cliente garantía sobre el producto. La ley persigue con dureza a cualquier marca que intente falsear o suplantar este tipo de credenciales.
L.G – ¿Por qué has decidido emprender dentro del mundo de la moda sostenible?
L.L – Nevoira es una iniciativa que une dos temas que para mí siempre han sido importantes: la moda, como una parte importante de mi trayectoria profesional y una pasión, y la conciencia social y ecológica, como ideal. Llevaba tiempo dándole vueltas a una forma de conjugar esto con mi dedicación a las ventas y al marketing. Ese fue el inicio del proyecto.
L.G – La moda sostenible y ecológica es todavía algo minoritario, ¿crees que llegará el momento en el que la industria de la moda cambie totalmente en este sentido?
L.L – Siendo personas de ideales, pero también con los pies en la tierra, debemos confesar que todavía queda mucho por andar. Las grandes firmas de la moda venden los productos orgánicos como un slogan de marketing y
no como un pilar de producción. En cierto modo se “diluye” el significado de las palabras sostenible, orgánico o ecológico. La industria de la moda cambiará a medida que cambie la educación y la conciencia de la sociedad sobre este tema. Las empresas simplemente producirán lo que sus clientes les exijan.
Las grandes firmas de la moda venden los productos orgánicos como un slogan de marketing y no como un pilar de producción.
Luisa Lubiáns
L.G – Has iniciado tu proyecto en tiempos de coronavirus, ¿qué consejos le darías a otras personas que se lo estén pensando?
L.L – Lanzarse a emprender puede dar un poco de vértigo al principio, pero creo que es preferible atreverse que quedarse con la espinita de no haberlo intentado. Supone mucho esfuerzo, muchas horas de trabajo y sacrificio, pero también tiene su recompensa en forma de realización personal, experiencia y un enorme aprendizaje.
Le recomendaría a todas las personas en esta situación que sopesen cada decisión con calma y nunca basándose en sensaciones ni conjeturas, sino en datos. No va a evitar que nos equivoquemos, pero reducirá nuestros errores.
Luisa Lubiáns
También que se rodeen de buenos profesionales y buenas personas. Es imposible saberlo todo y cada uno tiene un “hueco” en el que es especialista. Es muy motivador que te ayuden y ayudar en la medida de lo posible. Por último, le recomiendo a todo emprendedor que inicie solamente los proyectos que realmente le gusten y que con los que se identifique. Los trabajos hechos con pasión son los que dan mejores resultados 🙂
L.G – ¿Cómo acoge la sociedad la sostenibilidad? Cuál es la tendencia, estamos concienciados?
L.L – Existe y una falsa idea y muchos clichés sobre la moda sostenible que no son ciertos: que es solo para activistas, que es cara (cuando la fast fashion sale mucho más cara debido a la depreciación y compra continua de productos), que es difícilmente accesible… La sostenibilidad es simplemente responsabilidad y sentido común. No comprar lo que no se necesita, no desechar lo que todavía es utilizable, informarnos sobre lo que consumimos y aportar cada uno su granito de arena.
Existen múltiples ejemplos que nos dicen que la sociedad cada vez está más concienciada (el apoyo a las energías renovables, el reciclaje, la demanda de productos biológicos…) y, por lo tanto, más sostenible. Solo que todavía no nos hemos dado cuenta 😉 Es un proceso largo basado en la educación y en difundir esta opción de consumo, que existe y es perfectamente elegible. No nos cabe duda de que estamos en el buen camino 🙂