Sabemos que en nuestra sociedad se están rompiendo tabúes en torno al estrés, la ansiedad… pero ¿sabemos de dónde vienen estas emociones? En algunos casos están asociados a procesos traumáticos que sin la intervención de un profesional se vuelve complicado superar, incluso derivando en trastornos de conducta alimentaria. Hablamos con Uxía Domínguez, psicóloga especializada en salud mental y TCA, a través de nuestra compañera Leticia Río.
Leticia Río: Psicóloga especializada en trauma y su vínculo con los TCA, ¿cómo llegas a desarrollarte en este ámbito?
Uxía Domínguez: Ya antes de empezar la carrera tenía claro que quería ir por la rama de la Psicología clínica o de la Psicología Forense.
Durante los años de carrera, comentábamos entre los compañeros, como broma, que se notaba mucho “el agotamiento” de los profesores que trabajaban con perfiles de Salud Mental que nos parecían más complejos.
Sin embargo, seguía teniendo claro que quería ir por la rama clínica de la Psicología y es verdad que, una vez que inicié mi andadura como psicóloga, vi que el trabajo con trauma es casi imprescindible en muchas personas, ya que va de la mano con el resto de los problemas de salud mental. Es imposible trabajar con casos de Trastorno Alimentario y no haber visto nunca una base de trauma en ninguno de ellos.
Y es un mundo que, aunque es muy duro, también es muy reconfortante ver cómo personas que han llegado destruidas a nivel emocional acaban teniendo las riendas de sus vidas.
Para mí ayudar a alguien con un TCA y/o que ha sufrido un trauma es ayudarle a “hacer justicia”: es permitirle alcanzar la vida que esa persona siempre mereció tener.
Aprender a vivir, no solo sobrevivir.
L.R: El estrés, la ansiedad y el burnout representan el 30% de las bajas laborales en España, publicaba El Economista hace unas semanas. ¿Cómo promover una buena salud laboral desde el punto de vista del empleador?
U.D: Estos datos son súper importantes, e impactantes, porque creo que deben llevar a una profunda reflexión.
Creo que, al final, debe haber un equilibrio entre la persona y el profesional.
Es verdad que muchas empresas, aunque todavía queda camino por recorrer, están intentando hacer esas reflexiones y plantean cambios, pero debe ir de la mano de profesionales especializados en el área.
Así como muchas empresas cuentan con equipos médicos, también debería haber psicólogos como parte de ese equipo. Hay toda una línea de desarrollo pendiente por ahí.
En general, cuando se habla de mejoras en las condiciones laborales, no solo tiene que ver con cuestión económica, sino también con la conciliación, la flexibilidad (dentro de lo posible), tener un buen ambiente de trabajo, mostrar empatía con tu equipo, y estar presente.
L.R: Llevado al caso práctico, ¿cuál es el tu modelo de liderazgo?
U.D: En mi caso, tengo la responsabilidad del bienestar de mis pacientes, pero también el de mi equipo. Y hay cuestiones que son imprescindibles: para que una persona trabaje bien, tiene que encontrarse bien, y trabajar lo más cómoda posible.
Igual que el paciente no es un número o etiqueta más, las personas del equipo tampoco.
Es importante adaptarse, en la medida de lo posible: ser flexible, y que sepan que estarás ahí cuando te necesiten. Que ellas también son importantes.Sigo aprendiendo a llevar ese equilibrio, y para mí es fundamental que haya buen ambiente de trabajo.
L.R: ¿Cuáles son las principales causas de TCA que atendéis en el centro? ¿Puede el estrés ser causante de un TCA?
U.D: Aunque podríamos estar horas hablando de esto, es verdad que las principales, o más importantes, son: los rasgos de personalidad perfeccionistas, autoexigentes, poco flexibles y rígidas, también personas con tendencia a la obsesión.
Además, el contexto familiar influye y mucho: la elevada exigencia, la presencia o normalización de los comentarios acerca de la imagen corporal, la comida, la comparación entre miembros de la familia y, por supuesto, las discusiones o mala relación entre familiares.
Y, al hilo del inicio de esta entrevista, la existencia de experiencias traumáticas en la vida de una persona. Una combinación entre las anteriores, aumentan las probabilidades de desarrollar un Trastorno Alimentario.
También la presión social por la imagen corporal y el mal uso de las RRSS, aunque ahora también son un gran escaparate para el autocuidado y la divulgación de otro tipo de mensajes.
“Sería muy interesante que las personas pasaran una temporada siendo trabajadores por cuenta propia antes de pasarse al mundo del contrato por cuenta ajena. ¡Cambia bastante la mentalidad!”
Uxía domínguez
L.R: En tus inicios montaste tu propia clínica en A Coruña, ¿qué aprendizajes te llevas de tu proceso de emprendimiento?
U.D: El primero es que ser autónoma en este país es muy complicado por la cantidad de barreras y obstáculos que te vas encontrando por el camino, a nivel administrativo y a nivel económico.
Me llevo el aprendizaje de la adaptación a situaciones de incertidumbre económica, aprender a tolerar la inestabilidad y las fluctuaciones (normales en cualquier sector), y seguir trabajando y encontrando el sentido del proyecto. Y ver cómo va creciendo y desarrollándose.
Sería muy interesante que las personas pasaran una temporada siendo trabajadores por cuenta propia antes de pasarse al mundo del contrato por cuenta ajena. ¡Cambia bastante la mentalidad!
Es verdad que todo lo que tiene que ver con el emprendimiento, la creación de ideas, el desarrollo de un negocio desde cero, ¡me apasiona!
Y es un lujo poder estar desarrollando esta parte en mi campo de especialización como son los Trastornos Alimentarios y la Salud Mental
L.R: En nuestra conversación ya te adelantaba la última pregunta, las circunstancias han cambiado así que ¿qué reflexión compartirías con la Uxía que terminaba la carrera?
U.D: Esta pregunta me sigue emocionando.Le diría que estoy muy orgullosa de todo lo que ha conseguido, y que está adentrándose en un mundo increíble. Creo que es un ejercicio increíble poder mirar atrás y ver todo desde la perspectiva de una chica que acaba de licenciarse, y poder ver tu camino desde donde todo empezó.
Le diría que va a sacar muchísimos aprendizajes de situaciones incluso límites en momentos, y de profesionales y personas que van y vienen, que dejan algo con lo que quedarse.
Que seguirá creciendo como persona y como profesional, y tengo ganas de repetir esta pregunta en otra década. (¿Repetimos en 10 años, Leti?)
Y que la vida es una evolución constante, y la adaptación una de las mejores virtudes.
¡Todo pasa!