entrevista Andrea González pianista

Reconocida como una de las Top 100 Mujeres Líderes en España 2019, Andrea González es además de pianista y gestora musical, vicepresidenta de Juventudes Musicales de España, y la fundadora y directora del International Keyboard Festival & Masterclass (IKFEM), un festival que se celebra en la Eurociudad Tui-Valença y que pretende unir a los dos países a través de la música. 

La primera semana de diciembre participará como jurado en el prestigioso concurso de piano XXII Santa Cecilia International Competition en Oporto.

Sabela Permuy- ¿Qué significado tiene para ti la música?

La música para mí lo es todo, es mi estilo y medio de vida. Mi atracción por la música empezó con un flechazo de amor por el piano a los ocho años. Poco a poco esa adoración fue generalizándose hacia la música y, hoy en día, hacia la cultura en general. Creo firmemente en el poder de la música como herramienta para el cambio social y mis proyectos, bien sean musicales, de gestión cultural, divulgación o pedagógicos, se fundamentan en este sentido para mejorar mi entorno.

S.P.- En el momento actual de crisis sanitaria por coronavirus, el sector cultural se está viendo gravemente dañado, ¿estás preocupada por el futuro?

Me gusta tener una actitud positiva y ver el lado bueno de las situaciones complicadas, siempre hay algún aprendizaje que nos permitirá superarnos y hacer las cosas mejor. Sabemos que la cultura es un ecosistema frágil, y la COVID- 19 lo único que ha hecho es darle un empujón para que la burbuja explote en nuestra cara. Cuando hablo de fragilidad me refiero a la dependencia que tiene del sector público, la falta de regulación con algo tan básico como el Estatuto de Artista, y también diría el bajo valor económico que se le da al consumo del espectáculo en vivo y a la educación musical.

Pero, paradójicamente, la cultura en todas sus variantes nos ha proporcionado la fortaleza para resistir durante el confinamiento. Espero que, entre todos, agentes políticos, culturales y consumidores sepamos de una vez por todas poner la cultura en el lugar que le corresponde: un bien de primera necesidad, sostenible.

S.P.- El Festival IKFEM que diriges y que se celebra cada año, ofrece música y actividades diversas como el desfile de moda al que acudió Agatha Ruiz de la Prada en 2019. ¿Cómo ha sido este año con las dificultades de la crisis sanitaria?

Prefiero centrarme más en las oportunidades que en los obstáculos, así que trabajamos por crear una edición adaptada, útil y brillante. El primer gran paso era conseguir celebrar el festival como fuere para apoyar el sector cultural de la Eurorregión de Galicia y norte de Portugal, y me topé con el decidido apoyo de las entidades públicas y privadas que habitualmente colaboran con el festival. Sólo les pedimos estar, cada una como pudiese. A ellas se sumaron nuevas alianzas como Afundación, la Obra Social de Abanca, que nos permitió crear IKFEM Digital para que músicos que sufrieron coronavirus nos contasen su historia personal frente al virus mediante un concierto remunerado vía streaming desde sus casas.

La convocatoria tuvo muchísimo éxito y recibimos candidaturas de toda la Península Ibérica. La programación presencial en la Eurociudad, en parte retransmitida por streaming, contó con la soprano Ainhoa Arteta (quien actuó vestida por Agatha Ruiz de la Parada) y el músico celta Carlos Núñez, entre otros. Todos los conciertos fueron organizados con las medidas de seguridad sanitaria y el balance fue muy positivo: se logró el 94% del aforo permitido, contamos con más de 100 trabajadores del sector cultural, nuestro Facebook alcanzó más de 150.000 usuarios e IKFEM Digital obtuvo 10.000 visualizaciones en la primera semana.

¿Quieres recibir nuestras publicaciones?

S.P.- Has sido elegida entre las 100 mujeres líderes de España en 2019 y estás entre las cinco más jóvenes. ¿Cómo llevas ese nombramiento y qué significado tiene para ti?

Una recompensa por el trabajo de muchos años, 24 de mis 32 años, primero al piano y ahora también en la gestión cultural. La gala de premiadas celebrada en el campus Repsol de Madrid fue un día muy especial por compartir reconocimiento junto a tantas mujeres talentosas como Margarita Robles, ministra de Defensa; Cristina Gallach, alta Comisionada para la Agenda 2030 de la ONU; las periodistas Ana Rosa Quintana, Sonsoles Ónega y Carme Chaparro; Perla Wahnon, primera mujer en presidir la Confederación de Sociedades Científicas de España, y Marisol Soengas, investigadora y oncóloga del CNIO; Adriana Domínguez, consejera delegada de Adolfo Domínguez; etc. Mi admiración a Mercedes Wullich, fundadora de estos premios, y también a Carla Reyes Uschinsky, presidenta de Executivas de Galicia, por la labor encomiable de dar visibilidad al talento femenino y aportar mujeres referentes a las nuevas generaciones.

S.P.- ¿Cuáles son o han sido tus referentes en la música?

Destaco mis maestros de piano Mª Jesús Crespo, Leonel Morales y Vincenzo Balzani durante mis estudios en Barcelona, Castellón y Milán. Aunque también, Paul Badura-Skoda y Luis de Moura Castro con los que realicé clases de perfeccionamiento. El clarinetista Andrea Grassi, director del curso de Emprendimiento Musical que realicé en la Accademia del Teatro alla Scala, me cautivó en la gestión musical. Y hay una personalidad que admiro, el monje benedictino Rosendo Salvado, por su concepción humanista e integradora de la música en sus facetas como pedagogo, concertista, compositor, antropólogo y evangelizador, a favor de la defensa de los derechos humanos.

S.P.- ¿Qué le dirías a alguien que sueña con convertirse en músico?

Que estudie con constancia y disciplina para ser la mejor versión de sí mismo, pero que también disfrute de la vida para alimentar la música. Que nunca pierda la curiosidad, la pasión, la motivación por aprender, y que tenga los ojos bien abiertos porque a veces el camino para alcanzar la meta no se traza en línea recta y requiere adquirir otras competencias extramusicales.

S.P.- ¿Cómo ves la formación musical en Galicia?

Una de cal y otra de arena. Creo que contamos con un alto nivel musical de alumnado y profesorado, y unas instalaciones públicas en general óptimas para el desarrollo musical. Ejemplo del buen nivel musical juvenil es la Orquestra Vigo 430, de la cual fui directora técnica, formada principalmente por jóvenes músicos gallegos que cursan estudios de superior o ya los han finalizado. Pero siento la falta de una red de enseñanzas artísticas que conecte interdisciplinarmente la música con la danza, el arte dramático, las artes plásticas, el diseño, el audiovisual, es decir, creo que se podría sacar mucho más rendimiento a los recursos públicos existentes y formar artistas y creadores completos.

Pongo un ejemplo, Camiños Sonoros es un proyecto que organicé junto a la Xunta de Galicia en el que contratamos a más de 100 músicos de conservatorios de Galicia para realizar 40 conciertos en espacios singulares del Camino de Santiago. ¿Sabes cuáles fueron los conciertos con mayor impacto? Los que explicaron su programa al público y se dramatizaron antes y durante el concierto. Los músicos se prepararon junto a actores de la Escuela Superior de Arte Dramática de Galicia.

S.P.- En IGATA promovemos y damos visibilidad al talento gallego, ¿hay
talento musical en Galicia?

Somos una generación muy preparada, contamos con formación académica especializada, conocimientos de varios idiomas, experiencias en el extranjero… Como sabes soy becaria de la Fundación Barrié y pude seguir la actividad de becarios desde cerca como miembro de la junta directiva de la Asociación de Becarios. La Fundación Barrié es una lanzadera de talento, pero infelizmente, el terreno laboral no está preparado para absorber la cantidad de talento gallego existente, y por ello son muchos los que deciden marcharse al extranjero.

S.P.- ¿Y talento de gallegos en el exterior?

Desafortunadamente sí, pero sería bueno para Galicia que estuviesen aquí. Conozco muchos músicos gallegos que destacan y residen en el extranjero: Estados Unidos, Austria, Reino Unido, Suiza, Finlandia… Por ejemplo, el trompetista Esteban Batallán, recientemente nombrado trompeta principal de la Chicago Symphony Orchestra, la gaiteira Cristina Pato, profesora invitada en la Universidad de Harvard, o el compositor Octavio Vázquez. En mi caso, decidí regresar cuando finalicé mis estudios de Music Business Management en la Universidad de Westminster en Londres, quería compartir lo aprendido en mi tierra, eso me hace feliz, y desde mi punto de vista en Galicia todavía hay algunos vacíos por llenar.

entrevista Andrea González

S.P.- Has interpretado y llevado las composiciones para piano del monje gallego Rosendo Salvado por España y el extranjero. Incluso has ofrecido conciertos con el músico Rosendo Mercado en Nueva Nursia (Perth) y Canberra y grabado un documental que ha sido premiado. ¿Cómo te has sentido representando y llevando Galicia y que acogida ha tenido?

Estoy retomando la grabación, interrumpida en marzo por el Estado de Alarma, para Warner Music junto al ingeniero de sonido Eugenio Muñoz (mánager de Rosendo Mercado y quien grabó 9 discos de Siniestro Total). Fue un honor para mi llevar la música de Salvado a las antípodas y ofrecer una charla-concierto en la Australian National University con la presencia del embajador de España. Allí, constaté que Salvado es un personaje conocido y se estudia en el colegio, además es bastante probable que sea el primer compositor para piano en Australia. Sin embargo, ¿cuántos gallegos conocéis sus hazañas? Es muy gratificante divulgar la riqueza que tenemos en el exterior, pero también es importante ser embajadores en casa para estimular el sentimiento de pertenencia y el orgullo por nuestras raíces.

S.P.- Has vivido en Londres y en Italia y tocado en países como Cuba, España, Portugal, Inglaterra, Italia y Australia, pero has vuelto a Galicia. ¿Crees que aquí se puede vivir de la música?

Quizás la primera opción sea ser profesor de conservatorio para la Xunta de Galicia, pero para eso tienes que sacarte una oposición, y si tienes pensado seguir formándote en el extranjero, piénsatelo dos veces porque te penalizará la ausencia de experiencia laboral en el sector público. Otras opciones de enseñanza son conservatorios municipales o privados, pero desde mi punto de vista, en general, no están bien pagados para el nivel de una titulación de Superior de Música. Otras opciones son trabajar en alguna de las orquestas gallegas o realizar actividad autónoma de conciertos. La gestión cultural es otro medio para vivir de la música, y ya se enseña como especialidad en el Conservatorio Superior de Vigo.

¿Quieres recibir nuestras publicaciones?

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si haces en ACEPTAR, consideramos que permites su uso. En la página Política de cookies te ofrecemos información de como desactivar las cookies de tu navegador.    Ver Política de cookies
Privacidad