Con motivo del Día de la Mujer en el rural, os traemos un ejemplo de apuesta por la visión empresarial en el sector primario. Traloagro, es un proyecto que busca una producción sostenible, ecológica y basada en el bienestar animal en Friol, desde 2010 cuando se inicia con la cría de ganado bovino, con el objetivo de la reconversión de los animales y los pastos a la producción ecológica. Desde 2012 ya cuentan con la certificación de productores ecológicos, y después se inician con la cría de pollos camperos ecológicos.
¿Su diferenciación? La reactivación de terrenos abandonados respetando la biodiversidad del entorno. Nos cuenta más su CEO, Isabelle Gómez, en una conversación que mantiene con nuestra compañera Leticia Río.
Leticia Río – ¿Cómo surge TraloAgro?
Isabelle Gómez – TRALOAGRO surge de modo inconsciente cuando veníamos de Bruselas a pasar las vacaciones estivales con los abuelos al pueblo de Galicia. Porque todas esas vivencias que tuvimos oportunidad de disfrutar con ellos a lo largo de los años, hicieron germinar en nosotros lo que hoy es nuestro proyecto de vida.
Ese cuidado de los animales y del medioambiente que nos transmitieron, hicieron que cuando regresamos a los orígenes, planteáramos nuestra proyección profesional relacionado con el rural, que unido al carácter emprendedor de nuestros padres hizo que en 2008 decidiéramos asentarnos en Friol, en el Lugar dónde está la casa de los abuelos que se llama TRALOAGRO.
Iniciamos los trámites y nuestra formación específica para desarrollar las actividades escogidas, cría de bovino y avícola en ecológico, dado que veníamos de un sector diferente (Hostelería en Bruselas) y con una formación no tan técnica (Licenciatura de administración y dirección de empresas).
L.R – ¿Cuál ha sido el desarrollo del proyecto desde sus inicios?
I.G – Mi hermano TITO y yo que somos los fundadores de TRALOAGRO, pronto llegamos a un consenso en las producciones. Tenía que ser producciones extensivas, con menor dificultad técnica, y económicamente viables para poder desarrollarnos profesionalmente ambos. En 2010 empezamos con la reconversión de las tierras para estar certificados ecológicos.
En 2012 se inicia la actividad de cría de pollos ecológicos y se obtiene la certificación de las tierras, las cuáles se fueron ampliando a lo largo de los años.
Desde los inicios sabíamos que queríamos vivir y desarrollarnos profesionalmente en este entorno rural del municipio de Friol. Así que empezamos a tantear producciones y cuáles podrían adaptarse mejor a nuestra inexperiencia agro-ganadera, eso sí desde un principio sabíamos que sería con certificación ECO.
L.R: Desarrollarse en el rural, y más si eres mujer, es todo un reto. ¿Cómo es tu experiencia?
I.G: Siempre estuve muy orgullosa de ser ganadera y de dedicarme a algo que ha sido por vocación. No todo fue fácil , y tuvimos que aprender mucho y aún seguimos aprendiendo. Pero siempre hemos pedido ayuda cuando tuvimos oportunidad a profesionales los cuáles nos decían que era más fácil con nosotros porque no teníamos prejuicios, ni creencias familiares que serían difícil de modificar.
Quizás no fuera lo más habitual en el entorno ganadero, que la cabeza visible de una ganadería fuera una mujer, licenciada y sobre todo orgullosa y conocedora del sector, pero enseguida me hice un hueco en grupos de trabajo, asociaciones y eventos del sector, y agradezco ese reconocimiento de la labor de divulgación y poner en valor esta profesión.
L.R: Mientras hablábamos comentabas que hay que sentir orgullo por la profesión. ¿Cómo lograrlo?
I.G: Tenemos claro que esto es nuestro proyecto de vida personal y profesional, y que somos empresarios de una actividad agro-ganadera.
Las primeras reacciones del entorno fueron sorprendentes para nosotros. No entendíamos porqué la gente se sorprendía que dos jóvenes (hijos de emigrantes retornados) invertían en el rural para un desarrollo profesional. La pregunta concreta y chocante era…¿qué necesidade tedes de metervos a gandeiros?.
A cal eu respondía, non é unha necesidade , é unha escolla.
Por aquel entonces la gente no valoraba el trabajo del campo, los jóvenes optaban por otras
profesiones porque los padres les inculcaban que era mejor trabajar en cualquier otra cosa que en las propias ganaderías.
Muy sorprendente para nosotros, que traíamos el concepto de ser el gestor de tu ganadería es ser un empresario.
L.R: Digitalización, una palabra de moda. Combináis la venta en un puesto en la plaza de Abastos de Lugo con la tienda online, ¿cuáles son los principales retos con los que os habéis encontrado? ¿Existen ayudas de entidades o administraciones públicas (tanto monetarias como de servicios) para la digitalización del rural gallego?
I.G: Desde los inicios sabíamos que queríamos comercializar nuestra carne, pero durante muchos años seguimos compaginando nuestro proyecto de TRALOAGRO con la vinculación profesional en Bruselas , lo que hizo que retrasáramos el inicio de la segunda parte del proyecto hasta Diciembre 2019. Por entonces, iniciamos la actividad de transformación y comercialización de productos cárnicos ecológicos en nuestro BIOCENTRO CÁRNICO, la ECOTIENDA, ambos situado en el Polígono de Friol, y la CARNICERÍA ECOLÓGICA en la plaza de abastos de Lugo.
Inicialmente no era nuestra prioridad la venta online, pero esto se acentuó con la pandemia. Es cierto que debido a esto y dadas las ayudas para la digitalización florecieron muchos Market Place Rurales y de productos de Galicia.
Nosotros nos decantamos por crear nuestra propia página WEB, www.traloagro.es, con la ayuda de un programa de emprendedores GIRA MUJERES WEEKEND DE COCA COLA, dónde el proyecto fué seleccionado entre 50 proyectos del noroeste de España, para ser mentorizado.
Hoy en día hay varias ayudas y servicios por parte de administraciones para el desarrollo digital de empresas rurales.
L.R: Algo que me ha llamado la atención de vuestro proyecto es que tenéis colaboraciones con el programa Erasmus y otras escuelas para formar en prácticas a estudiantes. ¿Qué supone para vosotros?
I.G: Llevamos ya cinco o seis años colaborando con la escuela EFA FONTEBOA, y desde hace algo menos con otras como EFA PIÑEIRAL, y administraciones varias para dar la oportunidad de acoger estudiantes en prácticas, alternancias e incluso ERASMUS de estudiantes de Francia. Todos tienen una formación relacionada con la ganadería, sanidad animal o actividad ubicada en el rural.
Es una gran oportunidad para ellos y para nosotros, abrir nuestras puertas para dar la opción a estudiantes a que estén en contacto con la realidad laboral, que vean otras formas de producir y ser conscientes de las oportunidades del sector enseñándoles el ciclo completo desde la cria a la transformación y comercialización.
A nosotros nos supone una satisfacción transmitir nuestro saber hacer y todos salimos con aprendizajes nuevos y experiencias maravillosas.
Los chicos y chicas de ERASMUS se sienten aliviados cuando nos oyen hablar francés, les resulta una experiencia más llevadera porque estamos hablando de chicos de 17 o 18 años en la mayoría de los casos.
Mi opinión es que las empresas rurales también debemos ser partícipes de ese relevo generacional en el campo, y por ello debemos ser partícipes en cuantos proyectos formativos se presenten y tengamos oportunidad de colaborar. Al igual que en grupos de trabajo, de investigación..etc.
La divulgación de nuestro trabajo es necesario para que sea valorado tanto por el consumidor como por nosotros mismos. Por eso intento participar en diversos eventos a lo largo del año.
No me gustaría terminar esta entrevista sin nombrar un reconocimiento muy importante a lo largo de estos años, y es el segundo PREMIO DEL MINISTERIO DE AGRICULTURA a TRALOAGRO como Premio a la excelencia a la innovación de la actividad agraria.
Un reconocimiento y un empujón muy importante que nos vino en una época dificil, COVID, en el año 2021.
