Ganadera por tradición familiar, Carmen Rodríguez es una de las muchas mujeres que en Galicia trabajan en el sector agroganadero, dirigiendo y gestionando una explotación familiar en el concello de Brión. Además, desde el año 2012, compagina esta actividad con sus responsabilidades de vicepresidenta en CLUN, principal cooperativa agroganadera vinculada al sector lácteo de Galicia.
Su incorporación fue fundamental en el impulso y la creación de la Asociación Mulleres de Seu, que nació con el objetivo de poner en valor y visibilizar el papel de la mujer en el medio rural. Asimismo, es presidenta de la Asociación Gallega de Cooperativas Agroalimentarias (AGACA). Conoce más de esta mujer reflejo del talento galego, en esta entrevista que realiza nuestra compañera Leticia Río.
Leticia Río: Defines que para ti vivir en el rural es “raíces”, además de ser nuestra despensa por excelencia. ¿Damos la importancia que tiene a nuestro campo y los productos locales?
Carmen Rodríguez: Sí, les damos importancia, ya que forman parte de nuestro día a día. Pero, tenemos que ser conscientes del valor que nos aporta el producto fresco, local y de cercanía. Aún, a día de hoy, tenemos que seguir trabajando para que este valor esté reconocido, sabiendo de antemano las propiedades y beneficios que nos aportan.
Detrás de un producto agrario o ganadero hay muchas cosas que no son valoradas y no se perciben cuando los consumimos. Detrás de un producto local hay un gran esfuerzo de personas, de agricultores y ganaderos, una inversión con muchos riesgos económicos, e incluso riesgos de la naturaleza. Donde hay un producto agroalimentario hay un rural vivo, un territorio ocupado por personas cuidándolo para el disfrute de todos. Si me apuras, en muchos productos hay una gran herencia cultural, una tradición, una memoria de sabores, una parte de nuestro medio ambiente, de nuestro paisaje o incluso de nuestro patrimonio cultural. UN ARRAIGO A LO NUESTRO. Nos duele que muchas personas no vean el marco en el que trabajamos a diario, y que lo hacemos con todo el cariño y el cuidado.
L.R: El mayor reto, atraer y retener talento en el rural. ¿Cómo hacerlo?
C.R: Pues ilusionando a los jóvenes. No hay otra manera. Tenemos que generar ilusión, expectativas, generar oportunidades económicas en un entorno diferente al urbano, y generar valores nuevos vinculados con la relación con la naturaleza y los seres vivos. Solo así seremos capaces de retener y captar a la juventud.
Lógicamente también hay que reducir la brecha de servicios públicos del rural en relación al urbano y que para algunos de ellos es una brecha diferencial que no están dispuestos a soportar. Nunca tendremos los mismos servicios en el medio rural que en el urbano. Pero, esa diferencia no puede ser abismal. Tendremos menos servicio y comodidades vinculadas a ellos, pero siempre tendremos la naturaleza al lado y eso compensa la falta de algunos servicios.
Por tanto, nos toca transmitir el valor de nuestras raíces a las futuras generaciones ahora en nuestro presente trabajando para que sea un medio rural que ofrezca calidad de vida con más y mejores servicios formando a los jóvenes para que puedan desarrollar en este su proyecto de vida.
carmen rodríguez
L.R: Un artículo tuyo en Quincemil, nuestro media partner, se titula “La transformación hacia la igualdad”. Me comentabas que ser presidenta de AGACA te ha hecho percibir la necesidad de talento femenino en todos los sectores del rural. ¿Qué oportunidades de desarrollo existen?
C.R: El rural no puede dejar a un lado el talento femenino. Las mujeres del rural tenemos que jugar un papel más activo y visible fuera de la órbita de nuestras familias. Tenemos que estar más presentes como profesionales, como agricultoras y ganaderas, con mucha más actividad social y societaria en las cooperativas, y con mucha más visibilidad. Por eso, tenemos que formarnos profesionalmente.
Capacitarnos es básico para poner en valor el talento, los conocimientos e incluso la forma de desempeñar la actividad. Sin duda somos un agente transformador de nuestra economía y de la sociedad. En la producción agraria y ganadera actual la condición física ya no es limitante como lo era hace años. Hay muchos avances técnicos y de maquinaria que nos permiten hacer casi los mismos trabajos a hombres y mujeres. Hoy el principal y fundamental limitante de las oportunidades de nuestro sector son los conocimientos, la necesidad de formación y de ser más profesionales tanto en hombres como en mujeres. Si es cierto que la mujer por los roles que desempeña (cuidado de mayores, niños…) cuesta más encontrar ese espacio para la formación.
L.R: Además, ponías en valor el papel de la mujer como agente transformador para la economía social. ¿cuál es la situación actual?
C.R: Es evidente que hay una enorme presencia de mujeres en la economía social en Galicia. Primero en las cooperativas agrarias, donde las cooperativas agrarias de Galicia son las entidades que disponen de un mayor porcentaje de mujeres como socias en España. Pero, en las cooperativas de trabajo asociado, las mujeres ocupan el 50% de los puestos de trabajo, y ya podemos apreciar que en estas sociedades hay un enorme equilibrio social, imposible de ver en otros ámbitos económicos.
Hay un comportamiento similar en el resto de sociedades de la economía social, y creo que principios como la democracia en la toma de decisiones o el hecho de aplicar los remanentes a favor de las intereses de las personas que las conforman, que pueden ser comprendidos mejor por las mujeres que por los hombres.
Creo que la economía social es un modelo de empresa que se adecúa mejor a las preferencias de las mujeres, facilitan el control de sus empresas y concuerdan mejor con su vida personal y familiar.
carmen rodríguez
Con todo mi respeto, creo que las mujeres tenemos esa sensibilidad tan necesaria y que va tan acorde con el gran modelo de la economía social.
L.R: Tu compromiso con el talento femenino es claro y por eso eres parte de Mulleres de Seu, ¿qué buscáis en esta entidad?
C.R: Mulleres de Seu es nuestra ancla o referencia entorno a la cual desarrollamos actividades por y para las mujeres socias de Clun. En primer lugar, es un punto de encuentro, de relación y una forma de compartir nuestras experiencias y las necesidades que se nos presentan en nuestra labor diaria siendo conscientes de que cada día tenemos que formarnos para ser más profesionales y que nuestras explotaciones caminen hacia la sostenibilidad siendo más rentables. Al mismo tiempo que trabajamos para que la mujer socia de nuestra cooperativa Clun sea participe de la propia vida de la cooperativa. Participando en las Asambleas, en los Foros, motivándolas hacia puestos de dirección, puestos de toma de decisión. Somos esa parte tan necesaria de masa social y de talento de nuestra cooperativa.
En Mulleres de Seu, nuestros objetivos principales son dos. El primero, empoderar y motivar a las mujeres para fomentar su liderazgo y el segundo trabajar por la visibilidad y el reconocimiento del papel de las mujeres en el ámbito rural. Siendo nuestros pilares de acción la formación, la sensibilización, el empoderamiento, el reconocimiento y autoestima. Ya que consideramos que para que se nos valore antes lo debemos hacer nosotras mismas.